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'El señor Gobernador nos incumplió. Nosotros lo que queremos es que curen a nuestras hijas', reza un aviso colgado a la entrada del colegio Espíritu Santo, de El Carmen de Bolívar.

Los estudiantes y los padres de familia de unas veintisiete instituciones educativas de este municipio enclavado en el corazón de los Montes de María declararon un paro indefinido de clases para reclamar una atención integral y sostenida de las adolescentes que, desde hace dos años, sufren una extraña sintomatología relacionada a supuestos efectos colaterales, tras la aplicación de la vacuna contra el virus del Papiloma Humano.

Hace unas semanas, madres de este poblado debían sostener una reunión con el gobernador Dumek Turbay para acordar medidas a tomar y especialmente para definir la visita del Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, a El Carmen.

Uno de los líderes de los padres y educadores del municipio, Héctor Miranda, dijo que la comunidad reclama la presencia del jefe de la cartera de Salud porque se requiere de acciones puntales como la creación de un pabellón especial en el hospital local para la atención de las niñas que siguen afectadas con desmayos, dolores de cabeza y de extremidades.

La protesta

Agregó que hasta cuando haga presencia el Ministro en El Carmen se levantará la protesta. 'La situación sigue igual, el domingo fueron conducidas al hospital local unas quince niñas con convulsiones', contó Miranda.

El líder agregó que a la protesta se sumaron entre quince y diecisiete instituciones del casco urbano, entre privadas y públicas, y otras once de las veredas del municipio.

Los padres y educadores insisten en que las jornadas escolares no se están cumpliendo a cabalidad porque constantemente las jóvenes son atendidas o conducidas al hospital o sus residencias ante las recaídas que sufren.

No está cerrado

El capítulo de las niñas afectadas supuestamente por la vacuna contra el Papiloma lleva un año y en El Carmen no creen que esté cerrado, como lo determinó el Gobierno nacional a través del Ministerio de Salud, que entregó el año pasado los resultados de una investigación que indica que esta no es la causante de los síntomas que sufren las niñas.

Para cientos de padres no hay dudas de que después de la aplicación de la vacuna sus hijas empezaron a sufrir trastornos, y que aún los siguen padeciendo.

Han insistido en que muchas veces no las conducen al hospital porque sienten que no reciben la atención adecuada.

María Verónica Romero, madre de una niña a la que le descubrieron metales en su cuerpo, dijo que 'aquí sigo en esta brega para que mi hija se sane totalmente'. Ella ha recurrido a la Defensoría del Pueblo en Bolívar y a acciones de tutela en los juzgados para que se le garanticen los derechos a la atención integral en salud de su hija.

Ayer los padres de familia bloquearon las entradas de las instituciones educativas. Los manifestantes, en su mayoría madres de las adolescentes afectadas, en algunos colegios colocaron candados para impedir el ingreso de los estudiantes y los educadores.

También pusieron mensajes en cartulinas, en el que expresan su inconformismo por las promesas incumplidas de los gobernantes y claman por la salud de las niñas. Según se supo, las madres de las afectadas también quisieron tomarse las instalaciones del hospital de El Carmen.