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Una reunión agridulce fue la que sostuvieron ayer el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, con las madres de las jóvenes de El Carmen de Bolívar que padecen lo que ellos aseguran es un 'síncope neurocardiológico', atribuido a los efectos de la vacuna contra el virus del Papiloma Humano. Los familiares consiguieron uno de sus propósitos, que el ministro vaya a El Carmen, el próximo 5 de agosto.

Agria porque el Gobierno Nacional insiste en que los problemas de desmayos y vahídos que padecen las niñas no son producto de la vacuna y enfatizan en todo momento en que los estudios y los análisis que se han adelantado así lo demuestran.

Dulce, según las madres, porque el tono del Gobierno bajó y se ha generado una confianza basada en el diálogo en donde ya se escucharon los planteamientos que se hicieron para sacar adelante este grave problema que viven las jóvenes desde hace ya dos años.

La nueva cita por parte del representante de la cartera de Salud y los padres de las jóvenes está programada para el próximo 5 de agosto, en el municipio de El Carmen de Bolívar con unas tareas y unos compromisos muy concretos.

El trabajo que se adelantó ayer a puerta cerrada, sin acceso de la prensa, en la sede de la Gobernación le permitió a los padres acordar la nueva agenda de compromisos en los que se tienen diez puntos concretos que quedaron estipulados en una acta que levantó la Defensoría del Pueblo como veedora del cumplimiento de dichos acuerdos. La misma tiene las firmas del Ministerio de la Protección Social como representante del Gobierno y de la vocera de las víctimas.

El representante de la cartera de Salud destacó que entre los puntos que se acordaron se tendrá en cuenta la atención que están recibiendo las niñas afectadas en las EPS; la atención con especialistas; la debida dotación de los puestos de salud para atender a las jóvenes y el análisis por parte de tres universidades de los estudios que realice el Instituto Nacional de Salud.

Sin embargo, y tras dos años de estar frente a esta situación, el ministro Gaviria insiste que el problema de las niñas de El Carmen no está relacionado con la aplicación de la vacuna del Papiloma toda vez que los análisis que se hicieron en los diferentes institutos dieron la certeza de que ésta no tiene efectos secundarios de ninguna índole.

Por su parte, la defensora del Pueblo, Irina Junieles destacó que la reunión fue productiva en términos de que se ha construido confianza entre el gobierno y los padres. Para la funcionaria tres son los puntos fundamentales si se desea seguir haciendo una buena labor: el primero de ellos tiene relación con que se determine el tipo de diagnóstico; que se agilice la atención de las EPS y el transporte en El Carmen para las niñas y que se garanticen los derechos a la educación y la formación de las niñas independientemente de la situación que estén viviendo; esto es que puedan estar bien de salud para seguir con sus estudios.

Zamira Peñaloza, representante de las madres, precisó que la confianza ha sido vital en este trabajo pues sobre ellas se sustenta la ayuda que pueda hacer el gobierno nacional. Algo que tiene descontentos a los padres es el que no se tengan en cuenta aún las propuestas de análisis a las niñas con relación a la mesa basculante y las biopsias que se deben practicar para determinar si las vacunas tienen o no relación con las crisis de las niñas.

Para las madres, el problema no cesa. En los últimos dos años, los efectos se han sentido con todo el rigor en sus hijas. El censo ha ido en aumento crecido y ahora están por el orden de las 898 niñas, según ellos, afectadas desde que les aplicaron la vacuna contra el Papiloma Humano.