Luego de 75 días de navegación, desde que parieron de Cartagena el pasado 16 de diciembre, arribaron a las 6:00 de la tarde de este miércoles a la Base Naval de Bocagrande los 96 tripulantes que estuvieron a bordo del buque ARC 20 de Julio en la tercera expedición científica de Colombia en la Antártida.
El almirante Leonardo Santamaría Gaitán, comandante de la Armada Nacional, se refirió a la importancia para el país de este tipo de expediciones científicas, luego de recibir a los protagonistas de la travesía en el muelle de la Base Naval.
'Hoy se ven marinos felices con sus familias dando el parte de misión cumplida. Es el compromiso de nuestra marina de haber llevado a la comunidad científica a esta tercera expedición, donde estamos viendo las afectaciones que tiene este continente blanco (como se conoce la Antártida), las repercusiones que tiene en todo lo que es cambio climático,y la conservación de la vida de las especies en el mar', dijo Santamaría.
En diálogo con EL HERALDO, el capitán de navío Rafael Ricardo Torres, director del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas, CIOH, en el Caribe, resaltó los beneficios de la expedición para el análisis de fenómenos naturales en Colombia
'La mayoría de los colombianos cree que la Antártida es un continente muy lejano. Uno de los aspectos que estudió esta expedición fue cómo procesos que suceden en la Antártida pueden afectar al territorio colombiano: desde efectos del nivel del mar, del oleaje, y variables geológicas. Todo eso lo pudimos estudiar. Queda el reto para todos los investigadores que estuvimos en el arduo trabajo el empezar a construir ciencia, generar artículos que podamos compartir con el resto del mundo', aseveró Torres.
Por su parte, el capitán de navío Jorge Ricardo Espinel Bermúdez, comandante del buque ARC 20 de Julio, se refirió a las adversidades climáticas que debieron afrontar los 96 tripulantes durante los 75 días de navegación.
'Es un cambio totalmente radical para nosotros los marinos que estamos acostumbrados a aguas tropicales. Cuando navegamos en aguas antárticas cambia totalmente el clima. Las condiciones son totalmente diferentes a lo que hacemos aquí. Eso requiere de una preparación y un entrenamiento muy especial para que no tengamos ningún problema con los hielos. Uno de los mayores problemas son unos vientos de 50 nudos, visibilidad muy bajas, hielos en todo momento', explicó Espinel.
Tras la prolongada ausencia del seno de sus hogares, muchos de los tripulantes se fundieron en abrazos, besos y muestras de afecto con los suyos, en medio del reencuentro que se dio en una tarde de fuertes brisas en el muelle de la Base Naval.