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Personas que pretendían invadir un predio baldío en el sector Madre Herlinda, en el corregimiento de Pasacaballos, provocaron un incendio forestal que se extendió por cuatro horas, luego de que se les saliera de control una quema de maleza y basura de las que pretendían deshacerse para poder construir sus ranchos en la zona.

Así lo dio a conocer a EL HERALDO el comande del Cuerpo de Bomberos de Cartagena, José Magallanes, quien explicó que la emergencia fue reportada a las 5:00 del sábado y solo pudo ser controlada hasta las 9:00 de la noche, debido a que las llamas se esparcieron con gran velocidad.

De acuerdo con el oficial, para controlar la emergencia fueron empleadas dos máquinas del Cuerpo de Bomberos, a las que se le sumó un camión cisterna, mientras varios vecinos de Pasacaballos también intentaban colaborar con baldes de agua.

Afectados

Algunas familias, desesperadas por la inhalación del abundante humo que se esparció en la zona, abandonaron sus casas. Otras, inclusive, acudieron en busca de ayuda médica para algunos niños y adultos mayores que reaccionaron con dificultades respiratorias.

No obstante, el Cuerpo de Bomberos no reportó personas heridas por las llamas.

Aunque no se produjo ninguna captura de los causantes de la conflagración, Magallanes explicó que en la zona también hicieron presencia miembros de la Policía Metropolitana de Cartagena, que iniciaron una investigación para judicializar a los responsables.

De acuerdo con el oficial de Bomberos, el caso registrado en el corregimiento de Pasacaballos no es un hecho aislado. Asegura que en lo que va de 2017, han sido atendidos en Cartagena 160 incendios forestales con alguna incidencia o descuido de personas.

Según Magallanes, el Cuerpo de Bomberos viene atendiendo un promedio de cinco a seis incendios forestales diarios, por lo que hizo un llamado para que se han eliminadas prácticas tradicionales usadas en algunas zonas de la ciudad, como la quema de basuras a cielo abierto.

Según el oficial, el Cuerpo de Bomberos, con el Establecimiento Público Ambiental (EPA), y la Oficina de Gestión del Riesgo y Prevención de Desastres, también han emprendido campañas para advertir a la ciudadanía sobre el peligro que implican estas prácticas.