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Luego de que el pasado 20 de marzo fuera declarada calamidad pública para tomar medidas en torno al riesgo de desplome del cerro de La Popa, que fue advertido por el ingeniero estructuralista Jorge Rocha, la Alcaldía de Cartagena anunció que cuatro familias que residen en la zona serán reubicadas, además de las restricciones que habían sido anunciadas para el flujo de vehículos.

En medio del riesgo de desplome, que ha adquirido mayor resonancia en la ciudad tras la reciente catástofre ocurrida en Mocoa, Putumayo, el Distrito ha especificado que el punto de mayor riesgo continúa siendo el denominado 'Salto del Cabrón', donde se encuentra ubicada una roca de gran tamaño que sostiene el histórico convento de agustinos recoletos.

El alcalde de Cartagena, Manuel Duque Vásquez, dijo que se reunió con expertos de la Universidad de Cartagena, la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos, un equipo interdisciplinario de la Administración Distrital y el Servicio Geológico Colombiano, y fueron dadas a conocer algunas precisiones con respecto a lo esbozado por las autoridades inicialmente.

De acuerdo con los recientes estudios, fue descartado que la roca 'tuviera una masa de 500 Toneladas y, por el contrario, es de 40 metros cúbicos'.

Según la Oficina de Gestión del Riesgo y Prevención de Desastres, además de las cuatro familias que serán reubicadas, fue establecida una agenda de socialización con las Juntas de Acción Comunal de los barrios La Esperanza, La Quinta, La María, y Las Delicias, entre otros vecindarios aledaños al cerro de La Popa.

Las socializaciones preventivas, según Gestión del Riesgo, cuentan con el acompañamiento de la Cruz Roja, la Defensa Civil y el Establecimiento Público Ambiental, EPA.

Corrección de grietas

Al término de la reunión fue dado a conocer que las grietas detectadas en la zona del 'Salto del Cabrón' serán corregidas con 'membrana impermeable' para evitar que ingrese el agua y 'que permita retirar o manipular con facilidad para hacer el monitoreo'.

Los trabajos anunciados por el Distrito también comprenden el mantenimiento al sistema de contención para controlar la caída de sedimentos de la Popa.

De acuerdo con la oficina de Gestión del Riesgo y Prevención de Desastres, con los trabajos se busca 'amortiguar, en caso de que haya un desprendimiento el material rocoso'.

También, a largo plazo, por recomendación del Sistema Geológico Colombiano, se hará un estudio geoeléctrico.

Reacciones en la comunidad

Iraín Escobar, residente en la zona de influencia de la zona de La Popa, expresó su preocupación porque considera que son más las personas que requieren ser reubicadas 'porque se exponen a una tragedia'.

'Hay más de cuatro familias en riesgo. Creo que deben hacer un censo, con todo el cuidado del caso, porque si La Popa se desploma sería un daño irreparable para todos nosotros', dijo Escobar.

Por su parte, Carmela Pérez Segovia, quien también vive en la zona, recuerda que hace cinco años se desplomó la que fue su primera casa y ahora siente un temor mucho mayor.

'Hasta el momento seguimos en riesgo. Hace cinco años se me cayó mi casa y fue un susto muy grande. No me quiero imaginar si La Popa se llega a derrumbar', puntualizó Pérez.