Un ‘tatequieto’ es el que tendrán los bulleros y amantes de la fiesta con picó durante los fines de semana en esta ciudad, principalmente en la zona Suroriental, con el anuncio de las sanciones económicas del Código Nacional de Policía y Convivencia que comenzaron a regir desde hoy. Precisamente la Policía reportó que luego de unas horas de iniciar la aplicación del mismo con sanciones económicas, uniformados llegaron hasta el barrio El Pozón para atender el llamado de un sector de la comunidad, por un equipo picó con alto volumen.
En el operativo, los asistentes a una fiesta trataron de oponerse a la acción policial, pero finalmente los uniformados controlaron la situación y decomisaron el equipo de sonido de alto volumen. El comandante de la Policía, general Luis Humberto Poveda, precisó que se han venido adelantando operativos en varias zonas de la ciudad tratando de generar conciencia sobre la entrada en operación del nuevo código. 'Por una infracción como esta, los ciudadanos deberán pagar multas de hasta 367.000 pesos', expresó el oficial.
De igual manera, en las primeras 11 horas de aplicación de las medidas correctivas han sido instaurados cuatro comparendos en procedimientos desplegados en la Terminal de Transporte Terrestre, Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, barrio Nuevo Bosque y Olaya Herrera.
En el aeropuerto
En la parte interna del Aeropuerto Internacional un ciudadano estadounidense de 62 años, insultó verbalmente y con gestos obscenos a una pasajera que arriba a la ciudad y un funcionario de Turismo de la Policía Metropolitana de Cartagena, por lo cual fue objeto de un comparendo dentro del Artículo 35. Comportamientos que afectan las relaciones entre las personas y las autoridades. Numeral 1. Irrespetar a las autoridades de Policía.
En otros puntos de la ciudad, otros comportamientos sancionados fueron el consumo de sustancias estupefacientes en el espacio público contemplado en el artículo 140 Núm. 7; reñir, incitar o incurrir en confrontaciones violentas que deriven en agresiones físicas. Lanzar objetos que puedan causar daños a las personas y utilizar, permitir, patrocinar, tolerar o practicar el pregón o actos similares en actividades de alto impacto que impidan la libre modalidad y escogencia del consumidor.