La ola inseguridad que viven los cartageneros no da tregua y los ha llevado a adelantar jornadas de protesta exigiendo una respuesta por parte de la administración distrital. En menos de tres meses han sido asesinadas dos personas por oponerse al robo del celular.
Los hechos se remontan al pasado 28 de junio, en el sector de Tacarigua, y el más reciente ocurrido en el sector de Villas de la Candelaria donde a una persona le disparó el parrillero de una moto cerca de su residencia por despojarlo de su teléfono. Las comunidades preocupadas por lo que viene sucediendo parecen no encontrar respuesta por parte de las autoridades.
Con marchas, cierres de vías, pronunciamientos y arengas, se hacen sentir, en medio de la rabia y la impotencia que genera este factor que ha generado la inestabilidad en varios de los sectores de la ciudad.
Respuesta de la gobernación y la alcaldía
Un trabajo fuerte y mancomunado con el objetivo de garantizar la seguridad de los cartageneros adelantan los mandatarios de Cartagena, Sergio Londoño Zurek, y el Gobernador de Bolívar, Dumek Turbay Paz.
Para ello vienen adelantando una serie de reuniones en las que se plantean acciones para que todas las autoridades puedan contar con las herramientas necesarias para combatir este flagelo que tanto daño le causa a Cartagena, la ciudad patrimonio de la humanidad y los ojos de Colombia ante el mundo.
El alcalde Londoño Zurek dijo que próximamente se hará una inversión en materia de seguridad para la adquisición de equipos necesarios para dotar a las autoridades de los equipos tecnológicos que se requieren para luchar en forma directa contra la delincuencia que tanto daño le está haciendo a la ciudad.
Para ello, también se requiere el concurso de todas las fuerzas que garantizan la seguridad en la ciudad y los actores que hacen parte de la ciudad puedan entregar ideas que permitan contrarrestar los actos delictivos que están afectando a Cartagena.
Por su parte el gobernador de Bolívar también habló de la seguridad en Cartagena y Bolívar. 'La principal prioridad en estos gobiernos es luchar por bajar los altos índices de inseguridad y se trabajará con todas las herramientas que tenemos para brindar seguridad a los cartageneros'.
Para ello, el gobierno distrital adelantará unos consejos de seguridad semanales y pidió que nosotros como gobierno departamental le acompañemos en todo este proceso. 'Cartagena es la capital de Bolívar y como gobierno departamental nos interesa la ciudad, y el alcalde sabe que cuenta con nosotros para lo que necesite'.
Los dos casos
El pasado lunes 14 de agosto, a las 8:15 de la noche, Cristian Eduardo Girado Beltrán, de 30 años, fue asesinado a manos a manos de dos sujetos quienes quisieron quitarle el celular, en Villas de La Candelaria, al suroccidente de la ciudad.
La víctima había salido de su casa a contestar una llamada y se sentó en una jardinera que hay en la terraza, para hablar con su novia, al parecer, para terminar de ultimar los detalles de su nuevo contrato de trabajo en República Dominicana, de donde tenía 10 días de haber llegado. Mientras hacía esto, dos personas que se movilizaban en una motocicleta, llegaron hasta donde se encontraba Cristian David y luego de intimidarlo con un arma de fuego, le pidieron que entregara el celular.
Durante las intimidaciones de los desconocidos, una hermana salió de la casa y escuchó cuando Girado Beltrán se negó a entregar el dispositivo y les respondió según Ernesto Girado, hermano de la víctima: '¡no!, ¡trabajen porque esto es mío!'.
La respuesta llenó de ira a los presuntos delincuentes, y seguidamente el parrillero accionó su arma y le propinó dos balazos a Cristian. El primer tiro lo impactó en el pecho, a la altura del corazón perforándole la vena aorta y el segundo en la cadera. Todo delante de su hermana. Los delincuentes no alcanzaron a llevarse el celular.
Por otra parte, el instructor del Sena Gustavo Castro Cárdenas fue asesinado la mañana del 28 de junio, en medio de un atraco en el barrio Tacarigua de Cartagena. El hecho se registró a las 5:40 de la mañana, cuando la víctima salió de su casa hablando por celular con un compañero, mientras se dirigía a pie hacia la avenida El Consulado.
Cuando estaba esperando a su amigo con el celular en la mano, dos sujetos en una motocicleta negra se le acercaron y luego de intimidarlo con el revólver le exigieron que les entregara el celular y el bolso, pretensiones que fueron rechazadas, al parecer, de manera categórica por parte de Gustavo.
Irina Crisot, esposa de Castro, manifestó que 'él se opuso a que le quitaran el celular y comenzó a forcejear con los hombres, incluso cogió por el cuello al conductor de la moto, lo levantó y lo tiró al piso y después corrió para evitar ser herido, pero no contó con que el parrillero lo iba a perseguir y le iba a descargar el arma'.