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A Bienvenido Ortega, un ebanista de 55 años, su hija de 15 le puso un reto y le pidió un regalo de cumpleaños muy especial. En la cabeza de la pequeña Emely Ortega rondaban los dos carros que su padre hizo en madera cuando ella apenas tenía cinco años.

Diez años después, el gran anhelo de esta niña que va camino a ser mujer es ver nuevamente un carro de madera hecho por su padre estacionado al frente de su residencia en Nueva York, donde hoy reside con su madre, su abuela y tres hermanos más.

Pese a que la adolescente cumplió el pasado 5 de julio sus quince años, ella asegura que no le importa el tiempo que se demore su padre para llegar a la ‘capital del mundo’, pero su mayor deseo es volver a ver otro carro armado en madera de manos de su papá.

Asumió el desafío

El desafío para este dominicano de 55 años que hoy reside en Perú no fue inferior al deseo de su muchacha. Comenzó entonces la labor de desarmar un Chevrolet Corsica modelo 89 y colocarle atención a los detalles para armar la carrocería en una madera peruana muy especial que es la mohena y, al interior, colocarle cedro y esterilla en las sillas.

Escaso de recursos, este ebanista comenzó la travesía antes de la fecha en que su hija cumpliera los 15 años y cuando venía por Ecuador, decidió abandonar el reto manifestándole a su hija que le era imposible porque no contaba con el dinero suficiente para ello. Emely, le respondió entonces a su padre que poco le importaba que no llegara el 5 de julio pero lo que ella quería era ver su regalo y a su padre en Nueva York el día que fuera.