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Aunque la angustia cunde y la tensión se pasea por estos días por el Palacio de la Aduana, una intensa jornada de arreglos y de inversiones, como pocas veces se había hecho antes, se viene adelantando de cara a la visita programada por la Unesco para el próximo martes. Esto, en procura de hacer un chequeo y revisar el tratamiento que le vienen dando a las obras monumentales que comprenden el Patrimonio de Cartagena, y que dieron origen al título de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, otorgado en 1984 y que aún ostenta.

De esta manera, con trabajos de adecuación en el Centro Histórico, una inversión que supera los mil 400 millones de pesos y el fallo de un juez que atendió el requerimiento del Ministerio de Cultura para que se suspenda la obra Aquarela Multifamiliar, por la afectación visual del Castillo de San Felipe, se convierten por estos días en el panorama propicio para que la administración distrital y el Gobierno nacional, a través de la Cancillería, reciban la visita de este organismo multilateral.

Al trabajo de adecuación, se le sumará la creación y consolidación de un espacio formativo de la Escuela Taller de Cartagena, Etcar, que estará ubicado en el Centro Histórico y que contará con el respaldo y apoyo del Ministerio de Cultura para que se haga mayor presencia en la ciudad, que cuenta con la distinción nobilaria.

Entre el sí y el no

Todo está previsto para que los representantes arriben el próximo martes 12 a esta capital. La agenda está lista y se cumplirá, mientras que la ciudad se debate entre un Sí o un No.

Lo que explica Alberto Escovar, director del área de Patrimonio, es que, en el peor de los casos, lo que le puede pasar a esta capital es que el informe sea negativo y el caso se lleve a la sesión del comité de Patrimonio Mundial, prevista para el próximo año.

Allí se debatiría si, dada la gravedad de la situación, se recomiende que Cartagena entre a la lista de ‘patrimonio en peligro’. De igual forma, se harían observaciones que Colombia deberá acatar, y para ello se le dará un tiempo para que las implemente. Solo en caso de que se ignoren esas recomendaciones y se verifique que el daño ha sido irreparable, se podría establecer su exclusión de la lista.

Esta comisión es de observación, y en este caso el delegado de la misma, el arquitecto argentino Luis María Calvo, no tendrá autorización para hablar a los medios de comunicación, lo que prolongará la angustia, porque habrá que esperar que Calvo elabore el informe, lo revise la Unesco y luego se haga público.

Y mientras se recorre todo este camino y llega al Gobierno nacional el informe elaborado por la comisión, EL HERALDO conoció que el ministerio de Cultura junto con la Etcar trabajan de la mano en lo que será el Plan Especial de Manejo y Protección, PEMP, que es el instrumento de planeación y gestión del Patrimonio Cultural de la Nación, mediante el cual se establecen las acciones necesarias con el objetivo de garantizar la protección, conservación y sostenibilidad de los bienes patrimoniales, en el marco de lo establecido por el Decreto 763 de 2009.

Los PEMP contemplan el definir las condiciones para la articulación de los bienes con su contexto físico, arquitectónico, urbano o rural, los planes preexistentes y su entorno socio- cultural, partiendo de la conservación de sus valores, la mitigación de sus riesgos y el aprovechamiento de sus potencialidades.

Igualmente precisar las acciones de protección de carácter preventivo y/o correctivo que sean necesarias para la conservación de los bienes; así como establecer las condiciones físicas, de mantenimiento y de conservación de los bienes.

De igual forma fundamentar mecanismos o determinantes que permitan la recuperación y sostenibilidad de los bienes y generar las condiciones y estrategias para el mejor conocimiento y la apropiación de los bienes por parte de la comunidad, con el fin de garantizar su conservación y su transmisión a futuras generaciones.