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Los escándalos políticos e investigaciones fueron el detonante para que Cartagena este año se mantuviera en los ojos de los entes de control nacional. La Procuraduría, la Fiscalía y la Contraloría prácticamente trasladaron sus oficinas a la capital bolivarense.

A mediados de año, a través de una investigación adelantada por la Fiscalía General, se dieron a conocer los ‘arreglos’ para la elección de la entonces contralora distrital Nubia Fontalvo.

De acuerdo a las investigaciones, dicho cargo fue un puesto ‘feriado’ en el despacho del exalcalde Manuel Duque y en la oficina de José Julián Vásquez, el primo del mandatario local.

En el caso, se conocieron audios en los que se acordó la elección del contralor y la manera cómo, en el caso del concejal Useche Correa, recibiría una retribución con puestos por brindar su apoyo a Fontalvo.

En total, fueron reveladas 400 horas de interceptaciones de llamadas telefónicas, en las que la Fiscalía logró detectar la red de corrupción y tráfico de influencias a nivel distrital.

De igual manera, Duque es investigado por el llamado ‘cartel de las construcciones’, luego de la tragedia que golpeó a la ciudad el pasado 27 de abril tras el desplome del edificio Portales de Blas de Lezo II, tragedia en la que murieron 21 obreros y 23 resultados heridos.

Finalmente, la educación se vio salpicada por el escándalo del Plan de Alimentación Escolar (PAE), revelado por la Contraloría, con el emblemático pago de $40.000 por cada pechuga de pollo.

Duque renunció y está detenido en Sabanalarga. Useche y Vásquez están internados en la cárcel de Ternera, y Nubia Fontalvo en San Diego.