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En manos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), quedó el futuro del proyecto de ampliación del Terminal Marítimo de Cartagena de la Compañía de Puertos Asociados-Compas S.A. Esto, después de la audiencia pública ambiental realizada ayer para escuchar los cuestionamientos, argumentos e inquietudes de las comunidades y autoridades sobre la obra.

En la jornada que se extendió por más de cinco horas y en la que participaron unas 400 personas, la Anla tomó nota sobre los diferentes conceptos emitidos y en los próximos días decidirá si otorga la licencia ambiental a este proyecto que contempla una inversión de USD200 millones, de los cuales USD120 millones se destinarán a obras civiles y USD80 millones a la compra de equipamiento portuario.

Dentro del trámite de la licencia ambiental por parte de la Anla, la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) emitió un concepto en el que argumenta técnicamente la viabilidad del proyecto y señala que no existen riesgos para el ecosistema. Explica que los manglares que se encuentran en la zona donde de desarrollará el proyecto, han perdido su función para el ecosistema marino.

Compas informó que durante la ampliación del terminal se contará con el acompañamiento del Establecimiento Público Ambiental de Cartagena (EPA), para supervisar el traslado de la fauna presente y la compensación proyectada con la siembra de 12 hectáreas de manglar.

La compañía confirmó que ha radicado ante la Superintendencia de Industria y Comercio una queja administrativa contra la Sociedad Portuaria de Cartagena a fin de que adopte las medidas que en derecho correspondan frente a las acciones adelantadas por esta compañía, en relación con el proyecto.

El representante de Cardique, Benjamín Valenzuela, solicitó a Compas cumplir con toda la normatividad ambiental en proyecto ampliación y tener en cuenta el componente social.

Por su parte, Walter Batista, presidente de la Asociación de pescadores explicó que espera que se tengan en cuenta los daños que dicha ampliación pueda ocasionar. Dijo que en total serían 300 los pescadores que se podrían ver afectados con el desarrollo del proyecto.

Frente a esta iniciativa los pescadores han pedido que 'se mire de cara al futuro la manera de extender una mano amiga' para que la obra no afecte la actividad de quienes derivan su sustento de esta pesca.