Las víctimas que dejó la violencia de los Montes de María, en el centro del departamento de Bolívar, dicen que quieren pasar la página de una historia de la que pocos hablan y que desean borrar de la memoria.
En total se calcularon cerca de 56 masacres, cientos de miles de desplazados, ruina económica y una gran tristeza dejó la violencia en una zona considerada como la gran despensa agrícola del departamento de Bolívar.
Primero fue la guerrilla. Los Frentes 35 y 37 de las Farc, el Eln y el Erp se concentraron en algunas zonas de la región montemariana. Allí coparon la serranía de San Jacinto, El Carmen de Bolívar y su zona rural hasta Marialabaja. Luego vinieron los paras en los noventas, años en los que se recrudecieron los ataques.
El conflicto estalló en los Montes de María. Las Farc generalizó el secuestro. Luego, en el año 1997 se dio la más exacerbada violencia de la que se tenga historia, con la creación de los grupos paramilitares en la región de Sucre y Bolívar. La idea era arrasar con los grupos subversivos de entonces.
Y en medio de la confrontación sería el pueblo el que, como dicen popularmente, pagó los platos rotos de uno u otro bando. La espiral de violencia de paras y guerrillas fue en ascenso. Antioquia, Bolívar, Magdalena y Nariño son los departamentos con más personas afectadas. Solo en esas cuatro regiones las víctimas superan los 3 millones.
Hoy las huellas del conflicto quedarán atrás y se piensa que se contará con la participación de 300 víctimas de los municipios de la zona norte del departamento con los que se conmemorará el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad en Santa Rosa de Lima, Bolívar. La flor ‘No me olvides’ será la imagen de la conmemoración, el 9 de abril, del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del conflicto armado en Colombia. Con ella, como símbolo, se hace un reconocimiento a la fortaleza y valentía de miles de víctimas del conflicto, que reconstruyeron sus vidas y hoy son ejemplo de reconciliación y perdón.
En Bolívar, la conmemoración será liderada por la dirección territorial de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, en el municipio de Santa Rosa de Lima, donde se reunirán más de 300 víctimas y se realizará el conversatorio ‘Resiliencia que transforma vidas’.
En ese espacio escucharemos historias de vida a través de sus protagonistas, quienes fueron capaces de transformar el sufrimiento en fortaleza y hoy son personas emprendedoras, líderes de sus comunidades y generadores de empleos a través de sus microempresas.
El conversatorio será orientado por la directora territorial de la Unidad para las Víctimas, Miledy Galeano Paz, y la secretaria de víctimas de la Gobernación de Bolívar, Marta Reyes.
Tierralta y sus tres procesos de paz
El municipio ha sido sede de tres procesos de paz, el primero, en 1996, en el corregimiento Puerto Frasquillo donde se entregaron 110 guerrilleros del EPL, entre ellos los comandantes Ricardo Martínez, alias ‘Sarley’, y ‘El Cura’; la segunda, fue en enero de 2005, cuando se desmovilizaron, en Santa Fe Ralito, 925 paramilitares, comandados por el extraditado Salvatore Mancuso y el tercero, la reciente entrega de armas del frente 58 de las Farc.
Uno de los hechos victimizantes de mayor impacto en esta localidad de la subregión alto Sinú en Córdoba, ocurrió el 22 de mayo de 2001, cuando fueron masacradas 22 campesinos en la región de El Manso, en el Nudo del Paramillo. El hecho fue responsabilidad de la extinta guerrilla de las Farc, a través del frente 58 que estaba bajo el mando de Jóverman Sánchez Arroyave, ‘el Manteco’.
Antes también sucedieron hechos atroces como el ocurrido el 25 de octubre de 1990, cuando los paras mataron a diez vecinos de los barrios Escolar y San José, entre ellos cuatro niños.
