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Un gran nubarrón se cierne sobre el Concejo Distrital de Cartagena que de cara al futuro tendrá que sesionar solo con seis, de los 19 miembros, tras la captura de Rodrigo Reyes y el anuncio de un receso que tomará el concejal Javier Curi para asumir su defensa frente al proceso que se le sigue por casos de presunta corrupción.

Los organismos de control a nivel nacional le han caído con todo el rigor a esta corporación que día tras día ve cómo se desmorona su prestigio cuando se evidencia que algunos de sus miembros están involucrados en escándalos de corrupción administrativa, delitos como el cohecho, tráfico de influencias, prevaricatos, celebración indebida de contratos y abusos de autoridad.

En cada uno de los casos se ha aplicado la figura jurídica de la Silla Vacía que ha ido creciendo cada vez que la Fiscalía o la Procuraduría dan a conocer el sinnúmero de procesos que se le siguen a los cabildantes.

La crítica situación para el Concejo distrital de Cartagena comenzó con la captura y el traslado a la cárcel de Sabanalarga del concejal Jorge Useche y la entrega voluntaria a la justicia por parte de la concejal Angélica Hodeg tras estar comprometidos con la elección irregular de la contralora distrital Nubia Fontalvo Hernández; proceso por el que se mantiene privado de la libertad al exalcalde de Cartagena Manuel Vicente Duque Vásquez.

El escándalo no cesó y tanto Useche como Hodeg fueron la punta del iceberg de la corrupción administrativa que se enquistó en el cabildo distrital. A estos dos concejales se le sumaron ocho cabildantes más que hoy tienen detención domiciliaria. Ellos son: Antonio Salim Guerra y Luis Cassiani, de Cambio Radical; Édgar Mendoza Saleme, del Partido Conservador; Américo Mendoza, de ASI; Erich Piña, del Partido Liberal; William Pérez y Duvinia Torres Cohen, de La U, y Lewis Montero, de Opción Ciudadana.

Cuando todo parecía que las aguas se tranquilizarían para que el cabildo navegara tranquilo y coadyuvara a la Administración distrital llegó la sorpresiva renuncia del concejal por el Partido Liberal David Dáger, quien está presuntamente vinculado a una investigación sobre la contratación de la firma Neurominds S.A.S. para realizar los exámenes a los candidatos para los cargos de Personería y Contraloría en el año 2015.

La situación continuó y el grande nubarrón siguió sumiendo al cabildo distrital en un abismo sin fondo. A los problemas de corrupción administrativa se sumaron la reciente captura e imputación de cargos sobre el concejal del Partido Conservador Rodrigo Reyes Pereira por el escándalo de las construcciones ilegales del clan Quiroz.  

Junto con la aprehensión el pasado viernes del cabildante Reyes Pereira se dio la despedida del concejal Javier Curi, quien advirtió que asumiría su defensa tras ser involucrado en el proceso de corrupción por la elección de la contralora distrital.

Los concejales que quedan con voz y voto son César Pión, Wilson Toncel, presidente de la corporación; David Caballero, Rafael Meza, Vicente Blel y Judith Díaz, quien remplazó a Ronald Fortich. 

Si se les llega a comprobar los presuntos delitos contra la administración pública por parte de los concejales, se les aplicaría la figura de Silla Vacía.