Cada día se conocen nuevas aristas en el caso del edificio Aquarela. El juez Décimo Administrativo del Circuito de Cartagena, Haisary Castaño Villa, se declaró impedido para decidir sobre este proyecto de vivienda de interés social. El mismo que lleva 11 meses, esperando que se llegue a una decisión final. La jueza que recibió el caso le devolvió ‘la pelotica’ al juez, que según la ley deberá asumir el mismo. Sin embargo éste volvió a declararse impedido, ahora aludiendo amistad personal con la procuradora delegada para el caso en Cartagena.
El caso, ante la primera negativa del juez Décimo, fue trasladado al juez Décimo Primero Administrativo del Circuito, quien debería definir el futuro de esta construcción, la cual se encuentra paralizada desde octubre del año pasado, cuando fue admitido un recurso presentado contra el complejo multifamiliar y se profirieron medidas cautelares suspendiendo las obras del mismo.
EL HERALDO conoció que el Juzgado Undécimo Administrativo Oral del Circuito, declaró infundado el impedimento formulado por el Juez Décimo Administrativo del Circuito de Cartagena de Indias, para asumir en su despacho el caso del Edificio Aquarela.
Mediante providencia del 7 de septiembre de 2018, el juez Décimo Administrativo del Circuito se declaró impedido para conocer del asunto referido, por considerar que se encontraba inmerso en la causal prevista en el numeral 12 del artículo 141 del Código General del Proceso y ordenó el envío del expediente al juez que sigue en turno.
La juez del Despacho 11 habría devuelto el caso al juez Castaño Villa asegurando que las actuaciones del Ministerio Público, a las que se hace referencia en el trámite del proceso policivo adelantado por la Inspección de Policía de la Comuna No. 2 de Cartagena, no hizo cosa diferente que realizar una inspección ocular al sitio de la construcción. Por lo cual mediante oficio del 19 de septiembre se devolvió el expediente nuevamente al Juzgado Décimo.
El proceso sigue dilatándose a casi un año de haber sido cerrada la obra, a la espera de desenmarañar también el proceso que libra la constructora con el Ministerio de Cultura, por una acción popular interpuesta por el Ministerio, aludiendo que la construcción de Aquarela atentaba contra la visual del Castillo San Felipe de Barajas.
Esta obra ha sido duramente criticada por la Procuraduría y por la Unesco revelando una posible afectación a la fortificación y la posible pérdida del título que reconoce a Cartagena como patrimonio histórico e inmaterial de la Humanidad.
Sin embrago la Unesco, en una comunicación oficial indicó que Cartagena, 'No hace parte de los 54 lugares de valor universal excepcional, en riesgo de perder tal carácter'. Así se concluye en el Informe Oficial de Patrimonio Mundial en Peligro publicado por el organismo internacional.