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La historia por la que está atravesando el corregimiento de Galeramba (Departamento de Bolívar) parece extraída de un pasaje bíblico.

Lo anterior, porque hasta hace un par de meses era un pueblo 'fantasma' sumido en el olvido del que no se acuerda el Estado para controlar problemas tan graves como la falta de agua o la erosión costera.

Pero bastó la reactivación de las salinas por parte de la Agencia Nacional de Minería con el apoyo de la Gobernación de Bolívar para que Galerazamba emergiera de sus cenizas, o mejor, entre las aguas rosadas de sus charcas saladas.

Porque este atractivo natural, que en las últimas semanas ha conquistado a centenares de turistas, es ocasionado por el molusco artemio que la habita y que se alimenta de la sal. De acuerdo con los expertos, el molusco es el que 'avisa' cuándo es el mejor momento para extraer los cristales del agua.

De ahí que la tendencia por estos días es tomarse una foto teniendo de fondo el 'mar Rojo' como lo llaman los nativos.

'Yo vine porque un vecino me comentó que el agua parecía sangre', comenta el comerciante Jaime Pérez quien recorrió la población en compañía de su familia. 

Llegar a Galerazamba tarde un promedio de hora y media, de tal manera que fijo estará en la agenda de esta Semana Santa, tal como lo advierte un pescador que se rebusca paseando en su canoa a los turistas sobre las aguas rosadas.