El Ministerio de Cultura, la Alcaldía Mayor y la Escuela Taller de Cartagena comenzaron el proceso de diagnóstico del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) de las fortificaciones de la bahía de Cartagena de Indias.
El plan es el instrumento de planeación y gestión del Patrimonio Cultural, mediante el cual se est en el que se fijan acciones con el objetivo de garantizar la protección, conservación y sostenibilidad de bienes patrimoniales, en este caso, de un Bien de Interés Cultural de la Nación.
En el proceso participan especialistas en arquitectura, ingeniería, derecho, antropología, historia y psicología, además de biólogos y especialistas en desarrollo social y en conservación de bienes muebles.
A este grupo se unen, que además urbanistas, biólogos y expertos en cambio climáticos, que tendrán a su cargo evaluar los riesgos y vulnerabilidades del paisaje natural y fortificado.
Al respecto, la ministra Carmen Inés Vásquez explicó que en total serán 46 los BIC que harán parte del PEMP de las Fortificaciones de la Bahía entre los que se encuentran los fuertes de San Sebastián del Pastelillo y de San Juan de Manzanillo, y las ruinas de la Batería de Santa Cruz de Castillogrande, en la bahía interna de Cartagena.
Pero además, de isla de Tierrabomba incluyeron los fuertes de San Fernando, de San José y la Batería del Ángel San Rafael.
Del corregimiento de Tierrabomba, los vestigios de las baterías de Santiago, de San Felipe, de Santa Bárbara y Chamba en el corregimiento de Bocachica; el Tejar de los Jesuitas (pozo, horno y aljibe) y el edificio administrativo del Leprocomio en el corregimiento de Caño del Oro.
Los centros de producción coloniales en los que se fabricaban la cal, ladrillos y tejas con los que se construyeron las edificaciones militares, civiles y eclesiásticas de Cartagena de Indias en los corregimientos de Manzanillo, Tierrabomba y Barú como hornos, pozos, albercas, aljibes, restos de viviendas y estructuras arquitectónicas.
El equipo de expertos tendrá a su cargo investigar todos estos bienes son motivo de estudio teniendo en cuenta no solo su importancia militar, arquitectónica e histórica, sino también el efecto cultural, social y medioambiental que han tenido en cada una de las comunidades en las que se encuentra.
El Plan se diseña sobre tres ejes fundamentales: el diálogo de las comunidades, manifestaciones y buenas prácticas de las poblaciones del entorno:
Desde junio, los investigadores están visitando los corregimientos de Bocachica, Tierrabomba, Caño del Oro, Punta Arena, Ararca, Santa Ana, Barú, Manzanillo del Mar, entre otros.
El proceso del PEMP de las Fortificaciones de la Bahía tiene la asesoría y acompañamiento del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh) y de la Universidad Externado de Colombia.
Este nueva fase del proceso de formulación del PEMP comenzó en octubre del año pasado con una primera etapa denominada de prediagnóstico.
Esta iniciativa del Ministerio de Cultura coincide con lo sugerido por la Unesco en el reciente Comité de Patrimonio Mundial que se cumplió en Bakú, República de Azerbaiyán.
La capital bolivarense, patrimonio histórico y cultural de la Humanidad, posee el conjunto de fortificaciones más completo de toda Sudamérica.