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Nancy Ester Narváez seca sus lágrimas mientras observa a los niños jugar alrededor del árbol de Navidad, que junto a sus vecinos de la calle 35 armó en el barrio Alto Prado del Carmen de Bolívar, municipio de los Montes de María.

La mujer se levanta de una silla plástica en la que estaba sentada para sacar de su pecho el dolor que tiene guardado desde el 19 de octubre pasado, cuando un torrencial aguacero terminó de desatar la calamidad que la comunidad había advertido con anterioridad: el derrumbe y agrietamiento de 61 viviendas en ese sector.

'Nuestros sueños se derrumbaron como nuestras dos casas, era lo único que teníamos el hijo mío y yo', exclama Nancy Ester con ojos enrojecidos.

Ella al igual que otros damnificados como Daniel Sánchez Vega, Miguel Caro y María del Rosario Teherán completan dos meses a la espera de que la Alcaldía les cumpla con el pago de los arriendos, tal como se lo prometieron cuando les hicieron evacuar los inmuebles ante la emergencia.

'Nos ofrecieron el pago de arriendos, pero como no nos han cumplido muchos han tenido que sacar de su bolsillo la plata que no tienen para asumir ese gasto', advierte la afectada.

Asegura que desalojó su vivienda el pasado 20 de octubre, pero se queja además de los trámites administrativos que demandó este proceso que parecía tan sencillo.

'Eso es saca papel aquí, saca papel acá, pero para dónde voy a coger con mis hijos', se pregunta.

Los Narváez, al igual que otras 35 familias de este sector del Carmen de Bolívar, tuvieron que abandonar sus viviendas que colapsaron tras el intenso aguacero de más de seis horas que se desgajó sobre la región ese 19 de octubre, y que provocó inundaciones y deslizamientos de tierra.

Esta calamidad pública, tal como lo declaró la Alcaldía, se agravó hace dos años, según Marco Yepes, del Comité del barrio Alto Prado por la construcción en la zona más alta del municipio de un tanque elevado para el servicio de acueducto. 'La obra se hizo sin un estudio previo de suelos y produjo filtraciones de agua subterráneas que terminaron de mover el terreno arcilloso', explicó el dirigente social.

Según las cifras, otras 76 viviendas deberán ser desocupadas en el Carmen de Bolívar, porque están a punto también de colapsar.