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Parques, aulas de clase, patios, calles, caminos veredales, e incluso, certámenes prestigiosos como el Hay Festival, han sido el escenario natural en los que Martín Murillo Gómez se ha movido desde hace 13 años en su proyecto de incentivar la lectura, especialmente entre los niños.

Así lo hace desde 2007, cuando fundó en Cartagena la Carreta Literaria.

'En el leer está el saber', repite este chocoano de 52 años, quien reconoce orgulloso que su segunda tierra natal es la capital de Bolívar.

Pero desde estos tiempos de pandemia por la COVID 19, este asiduo lector que escasamente alcanzó la educación primaria, tuvo que rediseñar su proyecto de lectura.

'La humanidad no estaba preparada para esto que estamos viviendo. Entonces me dije: ‘Tengo que seguir aportándole a la sociedad, esto no puede parar’, así comencé la nueva idea', asegura.

A Murillo se le ocurrió utilizar redes sociales como Youtube, Instagram y Facebook, para leer diariamente un cuento infantil.

Desde su apartamento en el sector Paseo Bolívar del barrio Torices, selecciona la obra y al día siguiente graba el video que comparte entre sus seguidores.

Antes de poner en marcha la Carreta Literaria emprendió un viaje a la isla de Aruba, en donde quería fijar residencia. Sin embargo, las cosas no se le dieron y regresó a Colombia a vender arepas en la entrada de los colegios públicos en Barranquilla. De aquí partió luego a Cartagena a ofrecer agua por las calles de La Heroica. En este último oficio hizo muy buenos amigos que le aconsejaban que se ganara la vida de otra forma. Empezó cambiando en su carreta las bolsas de agua por libros, e inicio las lecturas en sitios públicos.

Luego hizo contactos con la Fundación Nuevo Periodismo de Gabriel García Márquez, y desde entonces no ha parado en su labor literaria.

Sostiene que a través de la lectura ha hecho grandes amigos, y se ha codeado con escritores prestigiosos: Gabo, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Alberto Salcedo, Ramón Illán Baca y Laura Restrepo, entre otros.

Asegura que a través de la promoción de la lectura quiere aportar un grano a la sociedad. Por eso 'la carreta no la frena, ni siquiera esta pandemia', asegura.

Desde el 20 de marzo, cuando empezó el aislamiento obligatorio por el virus, hasta ayer, ha leído 79 cuentos infantiles, y cada día le dedica la actividad a quienes se lo solicitan.

Antes de leer la obra saluda por sus nombres a niños, padres y docentes que lo siguen en Cartagena y Barranquilla. Igual en países como Panamá, Alemania, Venezuela, o su natal Chocó.'Este cuento está dedicado a Ramón, de parte de su tía que vive en Ciudad de Panamá', se le escucha en uno de los videos.

Dice que ha recibido mensajes de gratitud tanto de docentes como de padres de familia.

'Me encanta leerles cuentos a esos niños que no veo, pero que sí siguen atentos a lo que hago', añade.

Mientras tanto seguirá compartiendo en redes sociales las obras con las etiquetas #BuscandoLectores2020 #MeQuedoEnCasa #Cuento #Cuarentena, con el objetivo de siempre, promover el amor por la lectura que a él le ha cambió la vida como quiera hacerlo con centenares de niños y niñas.