Según el médico cirujano César Augusto Vergara, la agresión de la que fue víctima por parte del familiar de un paciente que atendía en la clínica Estrios de Cartagena ha sido una catástrofe para su familia.
No solo por el trauma craneal con conmoción cerebral que le ocasionaron los golpes asestados con un casco de motociclista, sino por los efectos que ha tenido en sus dos hijos menores de edad.
'Desde el ataque el mayor se levanta con pesadillas. Estamos viviendo una catástrofe familiar', narra al otro lado del teléfono este especialista que el sábado cumplió 33 años.
Por las lesiones en la cabeza sufre migraña y los vértigos son permanentes. Tampoco soporta la luz del computador. Fue incapacitado por un mes.
'Soy cirujano, eso afecta mi desempeño laboral. Lo que pasó fue terrible, por eso decidí no volver a la clínica por temor a represalias', confiesa.
Del ataque del que fue víctima el pasado lunes 21 de junio, asegura que ocurrió mientras conversaba con dos mujeres que acompañaban a la paciente que estaba a su cargo.
'No sé qué información le dieron al agresor, pero violó la seguridad y sin mediar palabra me golpeó con el casco en la cabeza, casi me mata', relata.
Vergara, hijo del reconocido pediatra cartagenero Henry Vergara Sagbini, aseguró además que denunció el caso en la Fiscalía por intento de homicidio. La otra médica que lo acompañaba en el turno fue amenazada. 'Al comienzo de la pandemia los aplausos a las 8 de la noche nos alentaban, fue bonito, pero ya en el pico del virus tememos por nuestras vidas. La agresión contra quienes salvan vidas es reprochable. Esto tiene que parar', clamó.
Apoyada con cámaras de seguridad y uniformados, la Policía reforzó las medidas en las clínicas y hospitales de Cartagena.
El Comité Internacional de la Cruz Roja reveló que hasta mayo hay reportados 125 eventos contra misiones médicas que atienden la COVID-19 en el país.