Alrededor de 17 panfletos fueron suficientes para paralizar a una población de casi 5.000 habitantes. 'Entienda que no queremos líderes sociales ni drogadictos ni ladrones en El Salado. Están advertidos', decía el mensaje que no habría causado tanto impacto al no ser por los recuerdos de los episodios de violencia que esa población ha vivido a lo largo de los años de la guerra.
'No fueron muchos los papeles distribuidos, pero el solo hecho de contener las palabras muerte y plomo lograron un efecto abrumador en todos nosotros', contó una salaera vía telefónica a EL HERALDO.
Los pasquines, deduce la mujer, fueron distribuidos posiblemente entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, debido a que cuando los jornaleros se levantaron para comenzar la faena los hallaron 'estratégicamente' en la vía principal del pueblo, 'uno que otro en la plaza y otros más en las puertas de algunas viviendas'.
'Por supuesto que eso nos hace recordar la matanza de febrero del año 2.000. Aquellos días que transcurrieron en cámara lenta para nosotros y donde muchos de nuestros familiares y amigos fueron degollados, torturados y sus mujeres fueron violadas delante de todos; hubo un momento en el que llegamos a dudar de la existencia de Dios, pensamos y decíamos que él nos había abandonado', dice la mujer al tiempo que se cuela —a través de la llamada—, el cantar de un gallo.
El papel que contenía la amenaza era de tamaño carta, con letras mecanografiadas en mayúsculas sostenidas y en color negro e iba firmado por el grupo ‘Águilas Negras’. Estaba compuesto por dos párrafos principales y en uno de ellos se podía leer el mensaje: 'Sentencia de muerte a todos los líderes sociales, ladrones, drogadictos, expendedores de droga de esta comunidad. Estamos presentes en la comunidad y esta es nuestra segunda advertencia para que abandonen El Salado, Bolívar, o el plomo irá por ustedes. Estamos para limpiar la comunidad de esta plaga de gente'.