Compartir:

Una joven rezaba el Padrenuestro, mientras otra mujer lloraba desconsolada. Han pasado quince años y el dolor sigue en lo profundo de sus corazones.

La familia Montes sepultó ayer los restos de Freddy Montes, quien fue asesinado por un comandante paramilitar en El Salado, montaña arriba de El Carmen de Bolívar.

La Unidad de Víctimas y la Fiscalía entregaron, en una ceremonia especial, los restos del joven que habían sido depositados en una fosa común en El Salado junto con otras 11 personas.

Entre 1991 y 2000, las 42 masacres de las Autodefensas dejaron 354 víctimas fatales

Su padre Eloy Montes Olivera recuerda aquel día en que al pueblo ingresó el comando paramilitar sembrando el terror.

Él y sus hijos habían llegado de la finca y oyeron el tropel de la gente y los disparos. Corrieron a una casa y se metieron en un cuarto, donde guardaban los sacos de maíz recogidos de la cosecha de una vecina.

Un joven desquiciado de la población empujó la puerta y dejó al descubierto del comandante paramilitar a los que se refugiaban del horror.

Eran unos veinte, que morían del miedo. Cuando el hombre armado los vio, les gritó: '¡Cómo está el guerrillero aquí!'. El joven hijo de Eloy, su único varón, de 23 años, le refutó al ‘para’. 'Aquí no hay guerrilleros, somos decentes', le dijo.

El hombre sacó su fusil y le disparó. Lo mató en el acto. Eloy, de 62 años, no supo qué hacer.

Después vino la masacre en la plaza. Más de sesenta hombres, mujeres y niños fueron asesinados sin piedad. Tres días duró la orgía de sangre de los paramilitares.

Se fueron y saquearon todo. Los muertos se descompusieron y tenían que espantar a los perros y los goleros.

El tomó el cuerpo de su hijo y lo sepultó con otros doce cadáveres en inmediaciones de la plaza, en el área conocida como del pozo.

La Unidad de Víctimas y la Fiscalía exhumaron los restos óseos, y tras un largo proceso de identificación se los entregaron a sus familiares.

Ayer fue el primer sepelio, esta vez en el cementerio de El Carmen. Las otras familias sepultarán mañana a las restantes víctimas en El Salado, en una ceremonia especial.

Eloy y su familia nunca más volvió a El Salado. Ahora vive en otro poblado del Caribe, donde rehizo su vida.