Familiares de Javier de Jesús Martínez Martínez, el hombre hallado muerto en la habitación 84 del motel Paraíso del Conde, el pasado jueves a las 11:30 de la noche, están escépticos ante las declaraciones entregadas por Ana Margarita Rocha Castro, la mujer implicada en el hecho.
Para Cindy Martínez, hija del fallecido, su padre no se suicidó, pues asegura que durante los cinco años que duró la relación de ellos, nunca conoció una situación de maltrato por parte de Javier de Jesús hacia su expareja ni viceversa. 'Ellos duraron cinco años juntos y en ese tiempo nunca escuché que él o ella se maltrataran, porque ni a sus hijos les pegó, por eso estamos conscientes y creemos firmemente que no fue un suicidio', dijo Martínez.
Las múltiples heridas que presentaba el cuerpo de Javier Martínez indican, según sus dolientes, que es imposible que quien se quiere suicidar se cause heridas tan profundas en cuello, brazos, pecho, espalda y en la zona intestinal, evidencias que dejan en dudas las declaraciones que Ana Margarita entregó en su momento.
'Ella ha llamado a la casa como tres veces para decir que le crean, que ella no lo mató, que es inocente', manifestó la doliente. Y afirmó que eso en ella era normal, pues cuando su padre terminó la relación con Ana Margarita, esta lo buscaba y le insistía para que volvieran, al punto de sentirse acosados.
'Le dijimos en una oportunidad, que se alejara de mi papá, que ya dejara eso así, que siguiera con su vida tal como lo hacía él', manifestó Martínez.
Javier de Jesús cursaba séptimo semestre de sicología en la Unad.
Se enteraron tarde
A las 4:00 de la tarde del viernes los familiares de Martínez Martínez se enteraron del hecho, porque una vecina de uno de los primo de Cindy le manifestó que el nombre del fallecido había salido en las noticias. Fue entonces cuando se acercaron a la morgue de Medicina Legal y pudieron identificar el cuerpo de Javier Martínez, el cual había ingresado como N.N.
No aceptó los cargos
Luego de la audiencia preliminar en la que compareció Ana Margarita Rocha Castro, un juez con control de garantías, dictó medida de aseguramiento domiciliaria, porque la implicada no se allanó a los cargos imputados por homicidio culposo.
