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El cielo de distintos lugares de los Montes de María amaneció adornado con un aro brillante de luz que hacía parecer que el astro sol se hubiese duplicado, 'amanecieron dos soles' decían los curiosos que asombrados no dejaban de ver hacia arriba para apreciar el fenómeno conocido científicamente como halo solar.

Un halo solar o antelia, se forma cuando –según expertos- cristales de hielo que se encuentran en la atmosfera crean el efecto prisma que dibuja una circunferencia de sol en el cielo.

Estudios afirman que los cristales de hielo están contenidos en las nubes que se encuentran de cinco a 10 kilómetros en la parte superior de la troposfera y hacen que se altere la apariencia de la aureola. La reflexión y refacción controlan la forma del halo del sol y las ondas dispersadas de luz modifican los colores que se pueden apreciar, similares a un arcoíris con colores rojos y violetas.

Este fenómeno óptico, al igual que el arcoíris, es formado por agua en diferentes aspectos ya que la diferencia entre uno y el otro es el estado en el que se encuentra, pues en el arcoíris tiene incidencia las gotas de agua, y en los halos solares los cristales de hielo son protagonistas.

Los halos solares son circunferencias brillantes que se pueden apreciar en los cielos despejados, como el de este viernes. San Juan Nepomuceno, San Jacinto y El Carmen de Bolívar fueron -desde las 7:00 am hasta las 10:00 am- testigos de este fenómeno.

Los curiosos asocian este tipo de apariciones con supersticiones populares, pues la idea de que se puede acabar el mundo ronda las cabezas de los incrédulos, sin embargo este fenómeno natural es más común de lo que se cree y tiende aparecer con regularidad para los meses de abril y marzo.