Compartir:

La verdad sobre las fallas del controvertido túnel de Crespo la contó la gerente del Consorcio Vía al Mar, acargo de las obras, Ana Lucía Durán.

Según la directiva, la construcción del deprimido de seiscientos metros se retrasó porque la cementera que escogieron para suministrarles el material les vendió un concreto que no era el adecuado para soportar altas temperaturas y agua salada, entre otros factores, y por eso se presentaron filtraciones, que los obligaron a ejecutar trabajos de protección.

Para Durán, el concreto no tenía las condiciones apropiadas, como lo habían solicitado, por lo que hubo que parar la obra y, a fin de garantizar una total seguridad, se hizo un revestido encima con el concreto especial y preparado para este tipo de estructuras.

La Gerente dijo que, por esta situación, hoy su firma mantiene un litigio contra la cementera, pero que igual se buscaron acuerdos para resolver lo más pronto posible lo relacionado con la construcción del deprimido o llamado túnel de Crespo.

Esto le costó al consorcio unos treinta mil millones de pesos, según dijeron ayer sus constructores. Esta inversión la asumió la firma que realiza el proyecto y no el Distrito, aclararon.

La preocupación era de tal magnitud que el consorcio contrató a una firma estadounidense para que hiciera un estudio de petrografía y establecer si el concreto inicial estaba en peligro de desintegrarse y causar daños en el revestimiento que se le hizo nuevo.

Según Durán, los especialistas determinaron que el concreto 'no va a reaccionar' y que la nueva franja que reviste el túnel no corre peligro. Además, agregó, que esta estructura se hizo con pilotes y placas. 'Es una garantía', manifestó.

El deprimido o túnel de Crespo está en un 92% terminado, dijeron directivos del Consorcio. Tiene cuatro carriles, dos de entradas y dos de salida. Y debe estar terminado entre octubre y noviembre, cuando se inaugurará.

El proyecto contempla, encima del túnel, una zona amplia de recreación con ciclovías, canchas, baños de uso público y parques. Además espolones, protección costera y playas en Crespo, de cincuenta metros de ancho y una longitud similar a la de Bocagrande.

De acuerdo con el consorcio, con el anillo vial completo, que consta del deprimido y el llamado puente de Marbella se reducirán los tiempos de recorrido entre esta área con el centro amurallado, en un 40%.

Al túnel le faltan completar las vigas del techo, un sistema de monitoreo y otro de bombeo, que permitirán su operación garantizada.

A esta obra se le venció el término de entrega en septiembre del año pasado. Por esta razón y la construcción del puente en Marbella, que no estaba contemplado en esa dimensión, este acceso vial, que busca descongestionar la calle 70 de Crespo, ha sido mella de críticas y manifestaciones en su contra.

Residentes de los sectores de Marbella y Crespo han realizado plantones y calificado la obra de 'adefesio', porque rompe con el entorno marino y, además, lo tapa; también porque 'se tragó' varios tramos de playa.