Oro, costa fluvial y una gran reserva natural hacen del sur de Bolívar uno de los territorios más importantes del país, pero al mismo tiempo esos mismos atributos lo convierten en un escenario dominado por la codicia. Desde hace décadas, diferentes grupos armados han querido consolidar su poder en la zona para poseer esas tierras, pero la irrupción constante de otros ha hecho de esa región del Caribe un verdadero campo de batalla.
En los últimos días se han llevado a cabo enfrentamientos que han obligado el desplazamiento de cerca de 1.500 personas (350 familias) de los municipios de Santa Rosa, Montecristo, Morales y Arenal. Estas personas huyen de sus territorios en busca de seguridad y refugio como un mecanismo de defensa para no quedar en medio del fuego cruzado.
En esa región, según las autoridades, vienen haciendo presencia miembros del Eln, disidencias de las Farc y reductos del Clan del Golfo: todos se estarían peleando el control del cinturón minero, los cultivos de coca y las diferentes rutas para sacar la droga de esa zona del país.