Una menor de diez años murió ayer a la entrada del colegio cuando apenas comenzaba la jornada académica y era llevada por su padre al plantel. El hecho se registró en la institución educativa Promoción Social, ubicada en el barrio El Socorro.
Según narra el padre de la niña, ellos llegaron al colegio y, como de costumbre, él le compró una empanada y una gaseosa. La menor solo alcanzó a darle un mordisco al frito y le dijo a su padre que no se sentía bien y que quería devolverse a su casa para pasar el día con él y aprovechar que estaba de descanso.
A los pocos segundos, la estudiante se desplomó en los brazos de su papá. Una profesora que llegaba al colegio les ayudó para trasladarla de inmediato al Hospital de San Fernando. Poco fue lo que pudo hacer el cuerpo médico de este centro asistencial pues la niña habría fallecido de un paro cardiorrespiratorio.
El dolor consumía a este padre de familia quien indicó que su hija cursaba quinto de primaria en este colegio. Unidades de la Policía de Infancia y Adolescencia se trasladaron hasta la institución educativa para adelantar la respectiva investigación y tratar de esclarecer los hechos.
El secretario de Educación, Germán Sierra, deploró el hecho y anunció que funcionarios realizarán el acompañamiento a la familia.
El hecho se conoce una semana después de una niña de 4 años, estudiante del colegio Británico, murió en las sillas traseras de un bus escolar. El conductor no se percató que la infante se quedó dormida en la parte, por lo que solo supo del hecho cuando salió a recoger el vehículo para regresar a los estudiantes a sus casas.
Medicina Legal reportó que la causa del fallecimiento fue por muerte súbita.