La noche retumbó al son de tambores y voces de intérpretes que cantaron, desde su ser, la tradición y cultura de sus pueblos, incluyendo a Carlos Vives, quien fue la gran sorpresa de la Noche del Río y uno de los portadores del género, que interpretó ‘Rosa qué linda eres’ junto a la agrupación barranquillera Gaiteros de Pueblo Santo.
'Ay con la puya, puya, con la puyadera', fue el verso que le dio paso al despliegue de folclor en los 15 años de la Gran Noche del Río, interpretada por el grupo de tambora de Altos del Rosario, que con su sabrosura logró contagiar a los asistentes, que llenaron completamente la Plaza Mario Santo Domingo .
La noche, la luna, la brisa y un escenario que tenía a su gente sentada alrededor, fueron los cómplices perfectos del espacio que rindió tributo a nuestros ancestros y que buscó asemejarse a aquella escena protagonizada por los ribereños, que se asentaban a las orillas del río y gestaban allí su vida. Esos fueron los orígenes de una región que ha vivido del agua desde siempre y que en la actualidad continúa dependiendo de la red fluvial.
Momento cúspide. Para los asistentes fue sorpresiva la aparición del cantante samario Carlos Vives. Los grupos folclóricos tras bambalinas se estaban preparando para su salida, hasta que sintieron revuelo en el camerino. Era él, el artista samario que lleva en sus interpretaciones la esencia del folclor colombiano y que llegó, tras una invitación por el alcalde Jaime Pumarejo para que viviera el gran evento.
El artista salió a interactuar, compartir y conocer a los máximos exponentes del folclor caribeño, quienes lo rodearon e iniciaron una plática amena acerca de la música.
Al son de 'Se encojó mi caballito', Carlos Vives cantó en la parte de atrás del escenario junto a varios grupos que compartían con él.
Sin embargo, el portador de tradición y música folclórica a nivel internacional fue invitado a subir a tarima a interpretar 'Rosa qué linda eres' con la agrupación barranquillera Gaiteros del Pueblo Santo y él accedió. Se subió al escenario, sorprendiendo a todo el público presente que no tenían idea sobre el espectáculo que habría en tarima.
Carlos Vives improvisó en tarima versos a Barranquilla y finalizó expresando que estaba 'feliz y orgulloso de apoyar esta noche tan maravillosa'.