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El maestro Luis Enrique Martínez, baluarte del acordeón, revolucionó con sus notas alegres, armoniosas y precisas ese sentido musical de sus ancestros que sirvió para desencadenar un estilo con las bases del verdadero vallenato. Aparte de ser el primer acordeonero en utilizar la introducción como melodía diferente para comenzar una canción, sirvió de referente para muchos intérpretes del acordeón, entre ellos Miguel López, quizás su alumno más aventajado. Miguel lideró una generación que consolidó lo que sería más tarde esa gran dinastía de excelentes músicos e intérpretes vallenatos: Los Hermanos López. Con Jorge Oñate, se caracterizaron por ser el primer conjunto vallenato con cantante que surgió comercialmente e hizo una obra y un gran aporte a nuestra música vallenata dejando canciones inolvidables.

Hicieron nueve producciones, la primera en el año 1969, titulada Lo último en Vallenato, Berta Caldera, hasta 1975 cuando se separan, con la producción Canto a mi tierra. Sus padres: Pablo López Gutiérrez y Agustina Gutiérrez Zequeira, esta, hermana del músico Clemente Calderón, de la banda San Francisco de los Calderón, quien se puso el apellido de la mamá, y hermana también de Elías Gutiérrez, padre de Armando Moscote, gran cantante quien también se colocó el apellido materno. El padre de Alfredo Gutiérrez nació en La Paz, primo de Agustina Gutiérrez, al igual que Rosa Gutiérrez, madre del cajero Pella Zuleta. Por otro lado, Dagoberto López, cantante y reconocido compositor, primo de los López Gutiérrez y padre de Nadín López, rey vallenato. Los hijos de Pablo López Gutiérrez, gestor de esta dinastía musical: Miguel y Elberto el Debe López, ambos reyes vallenatos, Alfonso, Pablo y Efraín el Toto López, guacharaquero. Hijos de Miguel López: Alvarito López, reconocido acordeonero y rey vallenato; también Román López, quien seguirá esa gran dinastía. Jorge Oñate, Diomedes Díaz, Freddy Peralta, Armando Moscote, Gustavo Bula, Miguel Herrera, Poncho Pérez, Freddy Andrade y Rafael Santos Díaz son algunos de los cantantes que de alguna manera estuvieron ligados con esta importante dinastía de acordeoneros. Así, las cosas nos llevan a entender que la vena musical de toda esa familia está relacionada. Y después de todo este corto recorrido donde hacemos solo referencia a los músicos, fieles exponentes de esta hermosa expresión musical, muy merecido el homenaje de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata a esta dinastía de músicos humildes, constantes y prestigiosos.

Julio Rojas
Rey Vallenato