Los hinchas del Junior de Barranquilla, que le profesamos un gran afecto, cariño y amor a este equipo que seguimos paso a pasos sus actuaciones en el torneo de fútbol de la Dimayor y en la liga Betplay, nos preguntamos cómo puede ser que este plantel que este año cumplió 100 años de creado, que en sus filas ha contado con figuras como: Helenio de Freita, Garrincha, La Bruja Verón, Epanor Víctor, Ayrton, Julio Cesar Uribe, Dida, El Pibe Valderrama, Valenciano, Teófilo Gutiérrez, Giovani Hernández, y otros más que en el momento se me escapan y que ha obtenido el título de Campeón de Colombia en esta competencia en los años de: 1977- 80 – 93 – 95 – 2004 – 2010 – 2011 – 2018 – 2019 y 2023, tenga tanta irregularidad, bajón en su nivel competitivo.
Si bien sabemos que no existe ningún equipo que se pueda mantener invicto, sin perder ningún partido, en el caso particular del onceno Juniorista las derrotas son casi una constante, lo cotidiano, para angustia, dolor y desazón de sus seguidores que impotentes y afligidos observamos los resultados adversos, que en los momentos de crisis sus directivas suelen optar por el cambio de los técnicos, sin ser esta la solución definitiva y es aquí donde nos tomamos la cabeza y le damos vuelta para un lado y para otro para darnos una explicación de esta situación lo que nos obliga a preguntarnos cuál sería esa mágica solución para salvar al equipo.
Por eso en mi condición de aficionado, impotente y dubitativo con las medidas que se toman, modestamente me permito sugerir que entre las soluciones que se deben tomar, optemos porque al cuadro sea sometido a un exorcismo que según los entendidos es una práctica religiosa o espiritual contra una fuerza maligna con el fin de expulsar dicho ente de un cuerpo, en este caso el Junior y así sacar cualquier maleficio que ronde su entorno y como sé que en la ciudad hay personas influyentes pedirle al Vaticano que nos dé una mano en este infortunio.
Valmiro de la Hoz Cantillo