EL HERALDO pasó su niñez informando sobre las atrocidades ocurridas durante la Segunda Guerra Mundial; su adolescencia, informando sobre las incidencias del 9 de abril sobre el asesinato de Jorge E. Gaitán y todos los peligros que traía el principio de la llamada Guerra Fría. Ya en su adultez y con todas sus facultades completas, empezó a informar con neutralidad y respeto sobre todas las incidencias nacionales e internacionales.
EL HERALDO y nosotros hemos sido protagonistas oculares de las ignominia de lesa humanidad como son la separación de familias enteras, como ocurrió contra la raza judía y que se llamó el Holocausto, por el llamado Eje, triunvirato de tres países europeos, también el tristemente célebre Muro de Berlín, derribado en buena hora a fines de los años 80, los cuales tuvieron mucho parecido con los esclavistas de los negros africanos a quienes arrancaban a la fuerza de sus hogares para esclavizarlos.
EL HERALDO nació y vivió gran parte del siglo donde se dieron las grandes creaciones del hombre para bien de la humanidad,tales como la electricidad, la teoría de la relatividad y su átomo, el avance de las comunicaciones, que son el futuro del mundo con el internet, el cine,la TV, el automóvil; el avance científico, descubriendo las vacunas para combatir las mortíferas enfermedades; la penicilina, la droga milagrosa salvadora de millones de personas.
EL HERALDO ha sido testigo de los cambios en el pentagrama musical desde los años 30, empezando con el cadencioso jazz hasta el rap callejero, pasando por el tango arrabalero de Carlos Gardel, llamado el Zorsal Criollo; el despegue triunfante de la ranchera mejicana, el nacimiento de la siempre recordada y bailada Sonora Matancera con su pléyade de cantantes entre ellos nuestro coterráneo Nelson Pinedo, todos protagonistas de la música romántica, terminando con la balada despertadora de corazones.
El señor director del diario EL HERALDO con todos sus empleados, los voceadores, los lectores, la Costa Caribe y el país en general, estamos orgullosos de contar con ese defensor del derecho y la razón. Que EL HERALDO tenga larga vida, es nuestro deseo.
Efraín González Argote.
efraingoar@hotmail.com
