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El área donde más se refleja la calidad de la atención medica de una institución prestadora de salud (IPS) es en la Urgencia (emergencias). Colombia dizque ha mejorado en cobertura de salud (más personas con un carné), pero esta muy mal en calidad de la atención. Y es en los servicios de urgencias donde los médicos vemos que la atención oportuna y eficiente a las personas que llegan con la vida en real peligro, deja mucho que desear, especialmente en las IPS de la Costa y en concreto, Barranquilla. Me pregunto, como médico, si algún día un familiar o yo mismo acudiese a un hospital de primer o tercer nivel con una emergencia médica grave sin acompañante. Primero, la ambulancia me lleva a lo más cercano donde hacen una atención básica (de “estabilizar signos vitales”) y de allí, después de perder media hora en el viaje y una hora en esa clínica, deciden remitirme a otra IPS porque en esa no habían médicos especialistas o no tenían equipos médicos especiales. En la nueva IPS me revisa un médico general (ojalá no tan recién graduado en urgencias y ojalá bien pagado) y posiblemente llame al especialista, el cual, si es de noche o domingo, no estará en la misma sala de emergencias y acudirá en el mejor de los casos en media hora.

Son mínimo dos horas desde el inicio de mi infarto cardiaco o del politraumatismo en accidente de tránsito. Dos preciosas horas en las que la vida se puede desvanecer. Y dos horas es en el mejor de los casos, pues uno lee en la prensa, o debido a que soy médico lo he visto, la atención definitiva puede tardar hasta 12 horas o más. Demora en la ambulancia, en la remisión, en el triage, en la toma de exámenes, en la llegada del especialista, en la preparación del quirófano, etc. Posiblemente el hijo de Diomedes Díaz podría haberse salvado de haber contado con un sistema de salud decente.

Y todo esto lo saben las dos Secretarías de Salud, el Ministerio de Salud, la Supersalud, la Asociación de Facultades de Medicina y las Asociaciones Médicas. Pero nadie se atreve a corregir la causa de esta encrucijada.

La corrupción del país también está entronizada en estas entidades y está demorando la llave Procuraduría-Fiscalía en meter a sus investigadores en ellas y limpiarlas. Muy pocas saldrán incólumes.

Ya dos candidatos a la presidencia del país han anunciado acabar con las EPS y reglamentar a las IPS. Ojalá uno de ellos logre los votos necesarios. Sería un buen regalo del Día del Médico (3 diciembre).

Alvaro Jurado Nieto (md) - juradoalvaro@hotmail.com