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Hoy 7 de agosto se cumple el centenario del natalicio del gran músico y compositor costeño Rafael Campo Miranda, quien realizó estudios musicales y teniendo como tutor a Pedro Biava, además de contar con profesores como el guitarrista cartagenero Calixto González, el violonchelista y trombonista Guido Perla y el compositor cartagenero Adolfo Mejía, toda una constelación de estrellas del arte de la música. El citado compositor fue profesor de música en la escuela de Bellas Artes de esta ciudad.

Sus composiciones fueron inspiradas bajo un contexto de paisajes que fueron materia prima para su capacidad creadora, paisajes que hacían alusión a Puerto Colombia, Salgar, Soledad o Caracolí. Dichos paisajes naturales sirvieron de fondo a sus canciones de amor. Todo esto en compañía de su guitarra. Campo Miranda es considerado uno de los compositores más versátiles y reconocidos tanto a nivel nacional como internacional.

Según el mismo Campo Miranda, “en mi obra siempre hay una mujer, el amor y el paisaje, que manifestaban en mi estado anímico una sensación gratificante”. Su aporte musical trascendió a grandes músicos y arreglistas, los cuales mostraron interés por sus letras, destacándose: Pacho Galán, Lucho Bermúdez, Chucho Sanoja, Rafael de Paz, Eduardo Armani, Nelson Pinedo, Nelson Henríquez, Jaime Llano González y Alejo Durán. Además de las orquestas Billo’s Caracas Boys y Los Melódicos, y el Trío Los Isleños.

Entre sus composiciones, se señalan: Pasión tropical, Playa, Lamento náufrago, Viento verde, Pájaro amarillo, Nube viajera, La cometa, Entre palmeras y Unos para todos. La vena compositora de Campo Miranda es una muestra significativa de la grandeza de la música colombiana y en especial, la de décadas atrás.

En la composición Entre palmeras, que por cierto, fue grabada por las orquestas del mexicano Rafael de Paz –con la voz de Luis Carlos Meyer– y por la de Pacho Galán, vocalizada por Humberto ‘Chichi’ Meyer, una de las estrofas dice: “Entre uvitos y palmeras ebrios de brisas marina y sol// Yo te edifiqué un ranchito donde viviremos solos tú y yo// Allí nuestros corazones se unirán hasta la eternidad// Y allí tú serás la reina de este jardín tropical del amor”. Toda una poesía convertida en música.

Edgardo Enrique Salebe Morr