“Haz patria matando a un costeño”. Esta frase al parecer estaba escrita en un mural de una universidad en alguna parte de Colombia, la cual la trajo a colación en una de sus acostumbradas conferencias el reconocido escritor y satírico contestatario costeño: David Sánchez Juliao.
Y la rabia hacia los costeños no es cosa del pasado histórico de los enfrentamientos discriminatorios dentro del regionalismo nacional, ahora en medio del dolor que causó la tragedia en Tasajera, oí un audio despectivo en una de las redes sociales, que, según el autor anónimo, seguimos los costeños contaminando el “perfecto y selecto” ambiente económico y social del país.
Pregunto: acaso la rabia proviene de una parte de un activismo político opositor del país, no importándoles a ellos que acá se elijan a sus propios verdugos, sino que, con la misma maña corrupta de compra y venta de votos, coadyuven a ganar en las elecciones presidenciales a los gobernantes de siempre.
Pero volviendo al odioso regionalismo en esa misma sátira única y contagiosa manera de relatar hechos de David Sánchez también cuestionaba a la burguesía dirigencia cachaca, que para ese entonces le obsequiaron al corredor de la Fórmula Uno, Montoya, la Cruz de Boyacá, aún por quedar de segundo. En cambio se la habían negado al pelotero y campeón mundial costeño, Edgar Rentería.
Pero sí tenemos que reconocerle a la crítica regionalista, algunas de malas, y otras de justificadas intenciones, en que sí nos sobran dedos de las manos para hacer una digna enumeración y resaltar, políticamente, a los servidores públicos, que han tenido la fortuna de llegar a cargos públicos importantes del ámbito nacional.
A ti Madre costeña, primeramente, ustedes que ahora rezan para que sus hijos no sean abatidos por esta pestilencia del coronavirus, que su oración continúe siendo perpetua, para que sean reconocidos como servidores públicos; a los poquitos que están, y a quienes esperan que la ciudadanía avale sus próximas candidaturas.
También hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de Aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad. Efesios 1:11.
Julio De la Hoz
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