Muy pocas veces se da en el país la coincidencia de dos movilizaciones sociales en una misma semana como las que fueron convocadas, como ya sabemos, por la minga indígena y el Comité Nacional de Paro.
De la primera tenemos que decir que han esgrimido como motivo para su protesta y la marcha que ha hecho hasta Bogotá, la inseguridad en que viven sus regiones, la muerte sistemática de sus líderes sociales, el despojo que hacen de sus tierras, la violencia a que son sometidos por grupos ilegales, las condiciones de pobreza en la que vive ese grupo y la poca atención que el Gobierno presta a sus peticiones.
Esta minga con el correr de los años, ha venido tomando un papel protagónico en la protesta social que se hace en el país, por la organización y el carácter que le han puesto a su lucha, la solidez de sus exigencias en sus derechos en plano político, social, educativo, cultural y ambiental, lo que nos hace pensar que esta agrupación en un tiempo no muy lejano se puede convertir en un motor de cambio social y político del país, ahí está en ejemplo de Bolivia.
De la segunda convocatoria que hizo el Comité Nacional, involucra a Fecode, centrales obreras como la CUT CGT, la Uso, movimientos ambientalistas, Polo Democrático Alternativo, Colombia humana y otros grupos políticos y sociales, que levantan su voz para protestar por la brutalidad policial y del ejército, la masacre de los líderes sociales, el incumplimiento del acuerdo de Paz, entre otras peticiones.
Esta última protesta, se viene realizando con alguna frecuencia, producto del malestar y la indignación social que vive el país, que el gobierno y la clase dirigente deben ver con atención, en busca de prevenir el advenimiento de sustanciales cambios que se puedan dar en la sociedad colombiana.
Valmiro De La Hoz Cantillo