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El 8 de diciembre actualmente es de velitas. Es una tradición católica romana donde se conmemora el paso de la Inmaculada Concepción con una alborada donde se encienden velas y faroles. No sólo tiene un origen religioso sino bélico al ser nombrada como Patrona de los Tercios españoles en el Milagro del Empel o la Batalla del Empel del 7 al 8 de diciembre en 1585, donde salieron victoriosos y pudieron huir. A mediados del siglo XIX el papa Pío XI declara oficialmente su conmemoración. La Virgen María según las nuevas generaciones católicas –por lo menos en Colombia– pasa a un segundo plano en este su día el más mariano del año.

Helena Manrique Romero