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Hay tantas reivindicaciones justas y pendientes para los pensionados, cuando en este momento y como parte de la reforma tributaria se está anunciando gravar con impuestos las pensiones y además aumentar la edad de jubilación.

Como primer punto hay que recordar que una pensión es el resultado de los aportes hechos durante toda una vida por los empleadores y los mismos empleados. Hablando del fondo de pensiones público, antes ISS y ahora Colpensiones, solo han tenido la misión de cuidar y mantener el poder adquisitivo de los ahorros de los aportantes, mediante las inversiones más seguras, legales y de mayor conveniencia. Se supone que el gobierno no tenía por qué aportar dinero para las cuentas de los aportantes, y mucho menos usar esos dineros en propósitos diferentes al de sus únicos dueños.

De allí la pregunta, ¿con qué derecho el gobierno quiere gravar pensiones que son el resultado del ahorro de toda una vida, cuando si hay déficit en el fondo de pensiones es solo resultado de un mal manejo del mismo a través de las entidades encargadas ?.

Hablando de las reivindicaciones pendientes, lo primero que hay que tener en cuenta es que en el momento en que un trabajador se pensiona, lo típico es que solo alcanza a recibir entre un 40% y hasta un máximo del 70% de los ingresos que como trabajador venía recibiendo en sus últimos años de trabajo. Si antes tenía la bendición de recibir 14 salarios al año, a partir de ese momento solo recibirá 13 pagos.

Los efectos no paran allí, pues si como empleado cotizaba un 4,0% de su salario para salud, ahora le toca cotizar el 12% del valor de la pensión.

Y la reivindicación más importante es la pérdida de poder adquisitivo que se da año tras año, cuando después de iniciar con una pensión de entre un 40% y un 70% de los últimos ingresos como asalariado, los aumentos anuales se dan con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y ni siquiera con el aumento del Salario Mínimo Legal. A manera de ejemplo quiero presentarles lo que ha perdido un pensionado en poder adquisitivo durante los últimos diez años.

Observando las estadísticas oficiales, el IPC acumulado del año 2011 al 2021 es de 1,437%, mientras el acumulado de los aumentos del SML es de 1,616%, lo cual significa que una pérdida del poder adquisitivo del 12,45% en 10 años. Y eso que todos los colombianos sabemos que nunca el aumento del SLM alcanza el crecimiento real de la inflación.

Haciendo el ejemplo aún más gráfico, un asalariado que hace diez años ganaba $5.000.000 / mes, bajo el supuesto que perdió un 45% de su salario al pensionarse, pasó a recibir $2.750.000. Por efecto de tener que pagar un 8% adicional como aporte a salud, el promedio mensual en el primer año de pensión se le reduce a $2.530.000. Por último ese neto de $2.530.000, diez años después de aplicarle el crecimiento del IPC se le ha convertido en $3.635.610, pero con respecto a los que han logrado los aumentos del salario mínimo durante esos diez años, la pensión debió haber crecido hasta $4.088.480.

Entonces lanzo la pregunta que cabe en esta situación, ¿quiénes serán los congresistas que se lancen a pelear por las reivindicaciones de los pensionados en vez de seguir reduciendo sus derechos?

Camilo J. Manotas Barros