PROTESTAS
Juventud protagonista
La juventud es sujeto de la voz de las inconformidades.
Tiene un sentido no solo sociológico de acción y reacción dentro del conglomerado, también es la necesidad biológica según Freud y sicológica de la individualización, de la identificación, que la lanza a protestar. En la medida en que la sociedad se logra organizar se crean las limitaciones y la juventud se revela contra aquello que le imponen.
Es una argumentación consigo misma, porque la juventud necesita de la aceptación y el orgullo de una posición determinada, establecer su ubicación, en medio de todo sentirse emancipada.
Es la búsqueda inconsciente del heroísmo, es una forma de arraigarse en la vida, en un momento de definiciones, inquietudes, de interrogantes y objetivos en tiempos de mocedades y en todos los sentidos.
Y esa gloria que es ahora no se repetirá en la vida, aunque todos lo hayamos querido.
Perseguir lucha y victoria es una forma dura, pero rápida de quedar de alguna forma en la gloria de la historia incluida.
Reconocer a la juventud como una etapa particular fue algo que se instituyó como determinante social, después de las guerras mundiales del anterior siglo y la adolescencia fue definida como sujeto social del consumismo, en una época que necesitaba mover la economía con optimismo .
Y toda esa avalancha de energía juvenil se utiliza así...unas veces programada otras veces de espontánea, siempre como sujeto protagonista de las revoluciones sociopolíticas en el mundo.
Aunque su participación en hechos como la Revolución Francesa es innegable, es solo en el siglo XX cuando los jóvenes hacen fuerza como sujetos queriendo reconocerse en el campo político realmente pidiendo la extensión del voto entre otros y un evento los identifica como tal internacionalmente, en la movilización juvenil del llamado mayo francés del 68. Prohibido prohibir fue su eslogan en aquella Francia de De Gaulle.
Ese 3 de mayo en París los estudiantes de la universidad de Nanterre se sublevan, exigiendo reformas en el ámbito privado y público, a estos los siguieron a los pocos días los sindicatos y hubo una huelga sin precedentes y de tal magnitud que París se paralizó por varios días literalmente.
Los líderes de tal sublevación fueron todos hombres, sin embargo también hizo parte de su bandera al protestar el feminismo.
No dejaron casi ningún tema por tocar, entre ellos el reclamo de una nueva moral, una nueva óptica sexual, sin dejar a un lado la ecología y el antibelicismo .
Juventud, divino tesoro, decía aquel Ruben Darío y cuando se es joven se es más fuerte y atrevido.
Me pregunto si realmente a una juventud con sueños y utopías se le puede llegar a satisfacer en todo lo requerido.
Sin embargo no se trata de ganar o perder .
No importa las razones del silogismo que la juventud pueda tener, se es joven solo una vez y todos quisiéramos después y sin poder volver de nuevo a lo mismo.
Vilma Lucía Guzmán
mi-scelaneadeletras@hotmail.com