Caminé y corrí como nunca para entrar al Metropolitano. Esperé horas bajo el sol más intenso. Me acosté en el piso sin ningún reparo. Salté hasta que mis pies ya no podían más. Bailé y canté sin parar.
Shakira, no podía ir a verte en otro lugar. Debía ser en la ciudad en la que naciste. La misma que a mí me ha regalado las sonrisas más reales. Hago parte de los afortunados que estuvimos en la que tú misma denominaste: La gira de tu vida.
La luna barranquillera fue testigo de lo enorme que eres y lograr verte tan cerca es un hermoso sueño hecho realidad.
Shakira es hermosa. Tiene una cara preciosa, una piel maravillosa. Sus rizos en el cabello parecen de oro. Un cuerpo espectacular y baila como nadie en el mundo.
Su carisma es arrollador y su sonrisa genuina. Su sensibilidad siempre estuvo a flor de piel y su energía es inagotable.
Nos cantó todas sus canciones. Un repertorio incomparable entre las canciones de hace años y las actuales. Nos mostró su vulnerabilidad y nostalgia, pero a la vez su fuerza y resiliencia.
No hubo un segundo del show en el que no demostrara lo orgullosa que se siente de ser barranquillera, del carnaval, de sus tradiciones y lo feliz que estaba al lado de los suyos.
Shakira es magia pura. Es talento y disciplina. Es sinónimo de creatividad e ingenio. Cada detalle del show fue cuidado de manera minuciosa. De eso no me cabe duda.
Shakira Isabel Mebarak Ripoll verte en vivo ha sido un verdadero honor. Si quedaba alguna parte de ese techo de cristal que nos “crearon” a las mujeres, ya tú lo rompiste. Eres enorme. Ahora a todas nos corresponde tomar tu ejemplo y seguir el camino que nos estás trazando porque como dicen tus letras: “Se nos puede romper un plato, pero no la vajilla”. “Los problemas se afrontan y se encaran”.” Hay que reírse de la vida, a pesar de que duelan las heridas” y " Querer sirve de anestesia al dolor”.
Para ti hoy y siempre, todos los aplausos.
María Leonor Sierra Almanza.
Especialista en Derecho Público.
Especialista en Comunicación Pública.
Magister en Derecho Público.