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Una pena superior a los 50 años de cárcel podría pagar Enrique Arias Salazar y Arcilia Ríos Mejía, por el crimen de la estudiante de 17 años Linda Lorena Trujillo Oñate, registrado el 15 de julio de 2013 en el Motel Estambul, ubicado en la salida de La Jagua de Ibirico, en momentos en que los dos indiciados pretendían cometer un hurto en el lugar.

En audiencia de formulación de acusación el fiscal 27 Seccional de Codazzi, Lucas Socarrás, reveló ante el Juzgado Único Penal del Circuito de Chiriguaná que existen pruebas testimoniales y técnicas del hecho, lo que permite inferir que el ente acusador pedirá una pena ejemplarizante para estas dos personas.

Entre dichas pruebas están los testimonios de la madre de la menor asesinada, quien reconoció a los presuntos asesinos de Trujillo Oñate y los resultados de la necropsia donde el ente acusador encontró resultados que, al parecer, vinculan a la víctima fatal del hecho con Arias Salazar y Ríos Mejía.

Más allá de esto ambos detenidos se han mantenido en que son inocentes a lo largo del proceso, hecho por el cual la Fiscalía trabaja en la recolección de más testimonios y de elementos materiales probatorios para desvirtuar esta teoría.

El ente acusador no sólo sindica a estas dos personas de homicidio agravado, también por los delitos de hurto calificado agravado y porte ilegal de arma agravado.

Estos delitos comportan una pena de más de 50 años de prisión sin derecho a beneficios judiciales por ser la víctima menor de edad, similar a una condena perpetua, tipificada en la ley 1098 de 2006 de Infancia y Adolescencia.

La audiencia preparatoria se hará el próximo 25, donde las partes darán a conocer los elementos que tienen para demostrar el grado de responsabilidad de sus defendidos en el caso.

Arias y Ríos son señalados de propinarle un disparo a Linda Lorena en la cabeza en medio de un robo al Motel Estambul.

De acuerdo con las autoridades, cerca de las 8 de la noche del 15 de julio, desconocidos ingresaron al establecimiento y amarraron a la mujer para robar el dinero del lugar. Cuando emprendían la huida, dispararon contra Linda Lorena, quien también se encontraba allí.

La menor fue trasladada la clínica Erasmvs de Valledupar, centro asistencial en el que murió días más tarde.

Este hecho generó todo tipo de rechazos por parte de la comunidad cesarense.

En la Jagua de Ibirico se hizo una marcha con pancartas, camisetas y pañuelos blancos en señal de rechazo y repudio por el asesinato de la adolescente quien era considerada como un símbolo de unión entre sus compañeras de estudio, sus vecinos y de la misma ciudadanía.

La jornada de rechazo del pueblo jagüero, donde se lanzaron arengas exigiendo justicia por este hecho criminal, coincidió con el desfile de bandas marciales con la participación de todos los colegios tanto públicos, como privados, en el que resaltó más el color blanco en señal de paz y seguridad.

De igual modo Didier Lobo, alcalde de la localidad, exigió resultados positivos a la fuerza pública acantonada en su jurisdicción, para dar con la captura de los autores de la acción criminal, que mantiene compungida e indignada a sus pobladores, sin dejar atrás el repudio generalizado, mientras que la Gobernación del Cesar ofreció una recompensa de 30 millones de pesos por quien diera información que pudiera dar con la captura del responsable de este hecho.