Durante más de diez horas unos 350.000 habitantes de Valledupar quedaron sin agua ayer, luego que la Empresa de Servicios Públicos de la ciudad, Emdupar, se vio obligada a cerrar las compuertas de la planta de tratamiento por la cantidad de lodo, material vegetal y piedras que arrastró la corriente del río Guatapurí.
Lo anterior, por el aumento de las precipitaciones en la parte alta de la Sierra Nevada donde nace el afluente.
'A la una de la mañana se presentó una turbiedad y tuvimos que suspender el servicio en toda la ciudad', dijo el gerente de Emdupar, Gustavo Morales.
El desabastecimiento comenzó desde las cuatro de la madrugada y solo logró reanudarse hacia las dos de la tarde.
La emergencia generó traumatismos entre los vallenatos, que debieron acudir a albercas, reservas y a comprar agua en bolsas para surtirse.
Elio Rojas, habitante del barrio Obrero, contó que 'cuando me levanté ya no había agua, nos tocó improvisar, buscar baldes y acudir a las piletas que tenían algo de reserva'.
Angélica Cortés, residente en el mismo sector, manifestó que 'siempre resultamos afectados con esa falta de agua'.
Para Morales, esta situación se les 'sale de las manos' teniendo en cuenta que no son cortes programados. En estos casos, usan las redes y difunden los mensajes por los medios de comunicación.
'La planta no tiene la capacidad para procesar el agua cuando nos llega puro lodo, y de hacerlo se podría dañar'.