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Este martes, tres reclusos de la torre 6 de la penitenciaría de alta y mediana seguridad de Valledupar se cosieron la boca, en medio de una huelga de hambre que adelantan 198 internos desde hace seis días, reclamando que no cuentan con agua potable, ni asistencia médica, mientras, según ellos, persisten los malos tratos por parte de los guardias.

Además exigen el cumplimiento de la sentencia T-282 de 2014 proferida por la Corte Constitucional, en la que ordenaba garantizar condiciones dignas para los reclusos, señalando que de no cumplirse, el establecimiento carcelario debía cerrarse.

Según el alto tribunal, 'después del análisis realizado, para la Corte es claro que en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Mediana y Alta Seguridad de Valledupar, existe una masiva y constante violación de los derechos fundamentales de las personas que se encuentran allí recluidas desde hace varios años atrás, no solo por la ausencia de cantidades de agua suficientes para suplir sus necesidades básicas, sino además, por los malos tratos a los que son sometidas por parte de los guardias de la misma, así como la deficiente prestación del servicio de salud y la falta de garantías procesales tanto en sus denuncias, como en la agilidad de los trámites para redimir pena'.

Desde el 27 de abril varios internos del patio 7 de Valledupar se encuentran sin agua potable, a esta grave situación se le suma el no contar con personal médico ni medicamentos, lo que pone en riesgo la vida de los presos que se encuentran en huelga de hambre y de todos aquellos que están gravemente enfermos.