Los 520 documentos, entre libros, videos y cartillas, que recogen la historia del conflicto armado en el Cesar, más las 50 iniciativas de memoria de las víctimas de la violencia y un inventario de más de 3.000 informes de prensa sobre el impacto de la confrontación entre grupos armados en este departamento, quedarán literalmente en la calle; luego que la coordinadora de la Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez, María Victoria Celedón, reclamara el espacio donde funciona el Centro de Memoria Histórica del Conflicto, indicando que este deberá desalojar a más tardar este 30 de enero.
Celedón explicó que en 2012 se firmó un convenio, se hizo por un año, pero no fue renovado. Ahora con el argumento que la oficina donde funciona, en el tercer piso de la Biblioteca, se necesita para adelantar otra iniciativa como un centro de memoria general del Cesar; además de indicar que la Fundación del Centro de Memoria Histórica no está cumpliendo con los parámetros para los que fue creado, solicitó la desocupación del lugar.
'La corporación necesita esos espacios porque vamos a desarrollar con la Biblioteca Nacional unas memorias del departamento, que no solamente tienen que ver con todo lo que nos ha pasado a través de la violencia, sino también lo bueno que hemos vivido en el Cesar durante los últimos 50 años', dijo.
La decisión de la coordinadora de la corporación Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez generó polémica y causó malestar entre los miembros de la Fundación Centro de Memoria Histórica del Cesar, uno de los departamentos más golpeados por la violencia. En este territorio se registran más de 300.000 víctimas del conflicto; entre desplazados, desaparecidos, asesinatos selectivos, masacres y otras acciones.
Stéfany Jiménez, investigadora del Centro de Memoria Histórica del Cesar, sostuvo que 'esta es una iniciativa de la sociedad civil, pese a que nos hemos constituido como Fundación Centro de Memoria Histórica del Conflicto'.
'Cuando el departamento del Cesar otorgó este espacio para el centro lo hizo pensando que estuviera allí a largo plazo y se ubicó en la biblioteca porque precisamente el trabajo que nosotros desarrollamos y los documentos que allí se conservan hacen parte del patrimonio de este territorio, también hacen parte del objeto que cumple la biblioteca. Podemos notar que el proyecto por el cual nos reclaman el espacio, nos deja confundidos, no entendemos por qué si también es un proyecto de memoria, se tiene que trastocar un proceso que se ha venido gestando hace más de 5 años y que han liderado las víctimas, nos preocupa que desestimen la participación de las víctimas en espacios como este'.
Manifestó que se argumenta que solo se habla de conflicto y violencia, y no se tiene en cuenta que más de 50 iniciativas de memoria están expresadas en diferentes elementos o herramientas de la cultura; 'tenemos canciones, historias de vida, poesía, testimonios, todo esto hace parte de la tradición oral y escrita de nuestras comunidades, hacemos un llamado a la biblioteca y la biblioteca nacional de Colombia que va a financiar ese proyecto que busquemos salidas de articulación, que sigamos materializando el poder de la articulación entre la institucionalidad y la sociedad civil para continuar construyendo confianza'.
Precisó que con las víctimas se ha sacado adelante un proyecto único en el Caribe, que es la creación de la red colombiana de construcción de lugares de memoria, cuya secretaría técnica la asumió la Fundación Centro de Memoria Histórica del Conflicto del Cesar. De esta red ya hacen parte 30 lugares de memoria en el país y algunos no tienen espacios. 'Precisamente una de las temáticas que estamos trabajando es hacer una política pública de memoria, que el gobierno defina acciones para fortalecer estos espacios', puntualizó.