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El último golpe al contrabando de combustibles lo asestó la Policía Fiscal y Aduanera en el corregimiento El Juncal, en el municipio de Aguachica, al sur del Cesar. Allí fueron inmovilizados 7 camiones con 10.105 galones de Acpm, la mayoría proveniente de Venezuela. En el operativo cuatro personas fueron capturadas.

Este hace parte de la ofensiva que mantienen las autoridades en los corredores viales del departamento, donde a pesar de los controles, existen bandas que insisten en el negocio ilegal, que ante las restricciones en la frontera con el vecino país, los retenes y requisas de la Policía y el Ejército, ya dejó de ser rentable y cayó a su mínima expresión, al punto que en localidades como La Paz, que era un emporio de la actividad, prácticamente ha desaparecido.

Uno de los llamados 'pimpineros', expendedores minoristas de combustible en ese municipio, señaló que 'aquí no está entrando ni el 10% de lo que antes ingresaba. La Policía y el Ejército se han tomado las trochas, inmovilizan las 'moscas' que son los carros que van delante de las caravanas del combustible ilegal para avisar si en el camino hay retenes. Hasta si usted lleva una caneca o una botella más se la quitan, solo puede transportar la que tiene el tanque'.

La caída del contrabando se ve reflejada en el resurgir de las estaciones de servicio, especialmente en Valledupar, que hasta 2014, muchas cerraron y otras estaban al borde de la quiebra por el ingreso mensual de unos 2.750.000 galones de gasolina de contrabando a esta capital. Ahora el panorama es diferente, al punto que los 25 establecimientos que funcionan en la ciudad no dan abasto para la demanda de vehículos, tanto que una semana antes de que se renueve el cupo, cada fin de mes, el combustible se agota y es común que se generen extensas filas de automotores en las estaciones tratando de surtirse.

Otro de los factores que denota el ocaso de un negocio ilegal que en el pasado movía miles de millones, es el precio. Valledupar, por ser zona de frontera cuenta con un cupo de 2.536.000 galones mensuales de gasolina subsidiada, con un valor promedio por galón de $6.400; con el que ya no pueden competir los contrabandistas que han tenido que vender en un mínimo de hasta $7.500 para obtener alguna ganancia. ''Antes una caneca de 10 galones costaba hasta 35.000 pesos, hoy nos toca venderla en 75.000 para poder tener alguna ganancia', dijo el pimpinero.

Lo que también se está presentando es que ante la caída del contrabando, muchos de los que antes vivían de él, se surten a principio de mes, para después revenderlo en la última semana cuando el combustible empieza a escasear en las estaciones de servicio.

La demanda es tan alta ahora en los negocios formales, que el año pasado el Ministerio de Hacienda anunció un aumento de 500.000 galones más de gasolina para Valledupar, a fin de evitar el desabastecimiento que se da a final de cada mes.

El aumento de las ventas en las estaciones de servicio se refleja también en el aumento del recaudo por sobretasa a la gasolina en Valledupar, que en la época de crisis, vio mermados los ingresos por este concepto. En 2013 el recaudo alcanzó los 2.100 millones de pesos; pero a partir de la intensidad de los operativos y del cierre de la frontera, el año pasado el municipio cerró con un ingreso de $10.436 millones por este concepto, según informó la secretaría de Hacienda local.

Pero no solo las estadísticas de ventas en los establecimientos de combustible, ni de los recaudos de sobretasa, ni la caída de los galones de gasolina de contrabando dan cuenta de la reducción de esta actividad ilegal; también lo son las cifras de incautaciones que manejan las autoridades.

Según la Policía Fiscal y Aduanera, en el negocio del contrabando, el combustible pasó de ser primero en la lista de mayor afectación económica en el departamento hace tres años, al décimo. En lo que va de 2017, después de sectores como textiles, calzado, automotores, cigarrillos, medicamentos, perecederos, bisutería y joyería, entre otros, aparecen los hidrocarburos.

La Policía informó que en lo que va de esta vigencia se han incautado 21.898 galones de Acpm y 987 de gasolina, mientras que en 2016 se aprehendieron 1.090 galones de gasolina y 8.160 de Acpm, las cantidades no son las exageradas de otros tiempos, precisamente porque son mínimas las que logran pasar los contrabandistas por trochas y otros medios, tratando de permanecer en el negocio.