Los artistas vallenatos viven en las carreteras nacionales cumpliendo sus compromisos musicales; pero muchos también mueren en ellas.
Tras la muerte de Martín Elías este viernes, en una vía que conduce a San Onofre, Sucre, son recordados sus colegas que han fallecido en similares circunstancias. Destino marcado por Martín Maestre, tío de Diomedes Díaz, y por quien el Cacique de La Junta, bautizó con su nombre al último de sus hijos con Patricia Acosta, a quien llamó desde pequeño 'El Gran Martín Elías’.
El primero de agosto de 1979, Martín Maestre, acordeonero y compositor, murió al accidentarse la camioneta Ford en la que se desplazaba junto con su sobrino Diomedes Díaz desde el sur de La Guajira hasta Valledupar. Una pila de arena, sin señal, les hizo perder el control del automotor. Maestre, se salió del vehículo y se golpeó contra la carretera. Tenía 25 años.
El 19 de enero de 1995, Patricia Teherán, ‘La Diosa del Vallenato’, falleció tras accidentarse el automóvil en que se desplazaba de Barranquilla a Cartagena. En el sitio conocido como Loma Arenas, Bolívar, una de las llantas del vehículo estalló, perdiendo el control. La cantante pasaba por su mejor momento musical.
Hernando Marín, compositor nacido en El Tablazo, San Juan del Cesar, La Guajira, perdió la vida en una vía de Sucre, el 5 de septiembre de 1999. Eran las 8:30 a.m. cuando el taxi que lo transportaba se salió de carretera. En su herencia musical quedan canciones como La Creciente, La ley del embudo, Villanueva mía, y muchas más, siendo uno de los más reconocidos del género.
Kaleth Morales Troya, tenía 20 años, cuando su voz se apagó. 'El rey de la nueva ola’, como se le conoció a este cantante y compositor, hijo de la también figura del vallenato, Miguel Morales, murió el 24 de agosto de 2005, luego de un accidente de tránsito en la carretera que comunica a Cartagena con Valledupar, entre los municipios de Plato, y Nueva Granada, Magdalena.
Kaleth, que irrumpió con un nuevo estilo dentro del vallenato, era médico, tuvo dos hijos. Su muerte se produjo cuando su música estaba en la cúspide. Al momento del accidente lo acompañaba su hermano Keyner, quien resultó herido.
Poco antes de cumplirse el tercer aniversario de la muerte de Kaleth Morales, en 2008, murió el compositor Leonardo ‘Leo’ Gómez, en un accidente automovilístico en Valledupar. Había estado departiendo con otros músicos en el estudio de grabación, cuando salió a comer con unos amigos. La carretera estaba mojada debido a la lluvia, lo que sumado a la velocidad, llevó a la camioneta a estrellarse contra un árbol. En el hecho también murió el ‘cajero’ Francisco Andrés Beleño.
El 16 de enero de 2012 falleció, tras un accidente en el sur de La Guajira, el cantante Tony López Soto, de 25 años de edad. El hecho ocurrió en la vía de Villanueva a Urumita, cuando Tony no pudo controlar el Mitsubishi Lance, color verde, que conducía, colisionando contra un árbol al lado de la carretera.
El accidente de Diomedes
En octubre de 2012, Diomedes Díaz, padre del recién fallecido, estuvo a punto de morir en un accidente de tránsito cuando se dirigía de Valledupar a su finca, Las Nubes, en el corregimiento Badillo. El conductor de la camioneta se descarriló a la altura del kilómetro 21, al tratar de esquivar una vaca. El Cacique de La Junta tuvo que ser internado en una clínica de Valledupar.
Ese parece ser el sino trágico de los músicos de este folclor, que deja una estela de grandes figuras que han perdido la vida en accidentes de tránsito, casi siempre cuando están en el mejor momento de sus carreras.