La muerte de un niño de cuatro años, que al parecer también fue abusado sexualmente en el municipio de Curumaní, prendió las alarmas en las autoridades y comunidad, frente a los casos en que los niños, niñas y adolescentes han resultado víctimas de este flagelo en el departamento del Cesar.
De acuerdo con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, de los 2.413 procesos administrativos de restablecimiento de derechos en favor de menores víctimas de violencia sexual en Colombia, 71 se adelantan en este territorio, cifra que resulta preocupante, teniendo en cuenta el incremento que se ha registrado en los dos últimos años.
A corte de diciembre de 2016, la Fiscalía contra delitos sexuales en el Cesar, investigaba al menos 1.000 casos de abusos, la mayoría en menores de edad; de estos 180 en etapa de juicio y el resto en proceso de recopilación de elementos probatorios para judicializar a los responsables.
Al cierre de 2015, las autoridades de salud reportaron que en el Cesar se registraron ese año 509 casos de abuso sexual en menores de edad; y hasta agosto de 2016, se registraban 693, representando un incremento en 184 niños, niñas y adolescentes afectados con este flagelo.
En 2016
De las estadísticas de 2016, el 85% de las víctimas son niñas entre los 10 y 14 años, y el 15% restante en niños entre 5 y 9 años. Los municipios con mayor afectación fueron Valledupar con 252 casos, Aguachica 47, San Alberto 42, El Copey 39, La Jagua de Ibirico 20, Codazzi 29, Chimichagua 27, Pueblo Bello 24, Becerril 23, Curumaní 22 y San Martín 21.
El 76% de los casos sucedieron en la propia vivienda de los afectados y el 40% por ciento fueron cometidos por familiares. Las autoridades de salud señalaron que estos se han hecho visibles gracias a que las víctimas han perdido el temor de denunciar y a las rutas de atención que para esta población diseñaron los organismos competentes, al igual que las estrategias de prevención de estos hechos.
Con pruebas de ADN buscan esclarecer crimen en Curumaní
Por disposición de la Fiscalía se están recogiendo pruebas biológicas a las personas que hacían parte del entorno del niño de 4 años asesinado el domingo anterior en el municipio de Curumaní, al sur del Cesar, el cual al parecer habría sido también víctima de abuso sexual. Así lo manifestó el coronel Diego Rosero, comandante de Policía en el Cesar, al indicar que se trata de establecer responsabilidades en este hecho que mantiene consternada a la comunidad.
Se trata de tomarles muestras a los familiares y demás personas que estuvieron con él en sus últimas horas de vida, a fin de cotejarlas con las del cuerpo del menor para determinar coincidencias ante el ataque que le costó la vida. El cadáver del niño fue encontrado la mañana del domingo en un lote del colegio Camilo Torres Restrepo de esa localidad.
'Hay una actividad que desarrolla Medicina Legal, ya hay un dictamen, pero será la Fiscalía la que se pronuncie al respecto', precisó el oficial, quien además señaló que la investigación continúa y que se recogieron declaraciones de las personas que tuvieron que ver con este menor en las últimas horas que fue visto con vida.
Dijo que 'se está llevando una investigación y hay que decir que todas las personas que estuvieron con el niño son susceptibles de ser requeridas por la autoridad, incluso su propia madre, porque de manera clara estamos observando que los adultos que tenían la responsabilidad de proteger a este niño tuvieron un alto grado de descuido'.