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Más de 3.000 familias en los 13 barrios aledaños a la línea férrea en Bosconia, por donde se transporta el carbón que sale de las minas del centro del Cesar hasta los puertos del Magdalena, se encuentran afectadas con la contaminación que deja el polvillo del mineral que cae de los vagones durante el recorrido. Además, los habitantes se quejan por los altos niveles del ruido que generan las máquinas cuando hacen tránsito por la zona.

El presidente del Comité de Veeduría Ciudadana de Bosconia, Jorge Gutiérrez, hizo un llamado al Gobierno Nacional, insistiendo en que se cumpla una sentencia de la Corte Constitucional que ordenaba mitigar los impactos ambientales y auditivos en el poblado, a fin de garantizarles los derechos a la salud y al goce de la tranquilidad de estas comunidades.

'El problema sigue igual en Bosconia, las barreras de sonido que colocó la concesionaria Ferrocarriles del Norte de Colombia, Fenoco, para mitigar el ruido, no han servido para nada. Lo que no entendemos es cómo Corpocesar hizo unos estudios donde dice que los niveles del ruido bajaron; el polvillo del carbón nos afecta, y ahora es peor, porque a las locomotoras les colocaron más vagones, antes arrastraban 120 y en la actualidad pasan más de 150. No han cumplido con la sentencia de la Corte, y por el contrario insisten en una segunda línea, lo que aumentaría más el problema ambiental que tenemos'.

Nelson Acevedo, integrante del Comité de Veeduría Ciudadana, sostuvo que además de la contaminación, se está incumpliendo con una tutela que ganaron las familias del barrio La Estación. Además de los autos del Ministerio de Ambiente, de 2008 y 2009, que señalan que la solución es la construcción de una variante fuera del casco urbano.

Dijo que 'la pelotica se la tiran Fenoco y la Agencia Nacional de Infraestructura, una dice que no puede construir la variante porque el contrato no lo estipula y la otra indica que le corresponde a la concesionaria; y mientras tanto los habitantes de Bosconia siguen soportando la contaminación, además de los problemas de movilidad y de inseguridad que se ha generado con el paso del tren, que divide a unos sectores de otros'.

Consideran que el Gobierno y Ferrocarriles del Norte de Colombia, que tiene la concesión férrea, deben cumplir con las disposiciones del Ministerio de Ambiente de construir una variante como solución definitiva al paso del tren por los poblados