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Tener casa propia sigue siendo un sueño para las más de 600 familias que se apuntaron para el proyecto de vivienda de interés social ‘Freddy Molina’, al suroriente de Valledupar. Después de que cada una debía pagar $1.500.000 por concepto de escrituras, la constructora Construmax, encargada del mismo, cerró sus puertas, dejando un cartel con un número telefónico y un correo electrónico, los cuales nunca responde.

El proyecto está en el limbo desde 2014, cuando la constructora al parecer no tuvo la capacidad financiera para desarrollarlo, y sin dar razón alguna a los beneficiarios de los subsidios del Ministerio de Vivienda, y de la Alcaldía de Valledupar a través de Fonvisocial, cerró las oficinas y suspendió las líneas telefónicas.

'Todavía aparecemos como beneficiaros de ese subsidio que nunca disfrutamos, y hasta que no me quiten de esa lista, no podemos aspirar a otros proyectos o subsidios, ni nos devuelven el dinero de las escrituras, ni nos sacan de la relación de beneficiarios, eso nos ha perjudicado mucho', sostuvo Gustavo Cruzco, uno de los afectados.

En diálogo con Al Día manifestó que una vez cumplieron con los requisitos que le exigían, hasta le asignaron apartamento, incluso abonó un millón de pesos del $1.500.000 pesos que debían pagar por las escrituras.

'Lo único que esperábamos era la entrega del apartamento, sin embargo, hubo retrasos en todo; no empezaron la obra en el tiempo que nos indicaron, siempre nos daban excusas sobre por qué no habían iniciado la construcción y así. Recuerdo que el proyecto Leandro Díaz estaba en las mismas condiciones que Freddy Molina, además empezaron obras después, y ellos terminaron primero, entregaron sus viviendas y todo, pero a nosotros nunca nos dijeron nada, ni construyeron el primer apartamento', expresó.