La Unidad de Restitución de Tierras, URT, inició la documentación de los casos de despojo y desplazamiento forzado a causa del conflicto armado en el municipio de Pueblo Bello, en el norte del Cesar, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde se calcula sucedieron cerca de 200 de estos hechos.
En total, son 6 corregimientos y 84 veredas en las que la Unidad documentará posibles casos, que podrán ser incluidos en el Registro de Tierras Despojadas y Abandonadas Forzosamente; y de los que, según su evolución, serán derivadas las demandas de restitución, elaboradas para la reclamación de predios.
Con los trabajos en estas zonas, la URT logrará la cobertura en todo el departamento. 'La unidad ha terminado un estudio de los reclamos en esta zona e iniciará el trabajo de documentación en este municipio', aseguró Jorge Chaves Perdomo, director de la entidad en Cesar y La Guajira.
Desplazamiento forzado
De acuerdo con los reclamos, muchos campesinos sufrieron el desplazamiento forzado en el corregimiento de Nuevo Colón, en Pueblo Bello, donde un grupo guerrillero se apoderó de las tierras y la gran mayoría de sus bienes.
Los hechos violentos se remontan al 22 de marzo de 2002, cuando dos campesinos de una misma familia fueron asesinados, por al menos 15 subversivos, en el interior de su vivienda.
A la fecha, en el departamento del Cesar hay cerca de 4.000 hectáreas restituidas, a favor de las víctimas del conflicto armado interno. Es de resaltar que este territorio cuenta con 200 familias que, actualmente, se encuentran en las tierras de las que habían sido despojadas o abandonadas, a causa de la guerra. La unidad ha radicado ante jueces y tribunales de restitución unas 800 demandas.
'A través de esta política, buscamos que nuestros campesinos regresen al campo. Quienes ya retornaron cuentan con cultivos, ganadería a pequeña y mediana escala y proyectos de agricultura', puntualizó Chaves Perdomo.