En el Cesar, uno de los departamentos más golpeados por la violencia en Colombia, 315.000 víctimas del conflicto son sujetas de reparación. Sin embargo, el proceso avanza lento, teniendo en cuenta que de estas solo 800 han sido indemnizadas.
Este lunes, en un acto masivo la Unidad Nacional de Víctimas, entregó indemnizaciones a 509 personas afectadas por la violencia, 388 de estas adultos mayores, algunos con discapacidad. Recibieron cartas cheques por más de 8.000 millones de pesos, como reparación.
La directora de la Unidad, Yolanda Pinto de Gaviria, manifestó que 'estamos en cumplimiento de unas de las medidas de reparación que consagra la Ley 1448 para las víctimas del conflicto armado, estamos entregando 509 indemnizaciones económicas a cesarenses, debidamente registrados y reconocidos como tal por la unidad, de distintos hechos victimizantes'.
'Hemos avanzado en la implementación de diferentes medidas, que son de rehabilitación, asistencia humanitaria, reparación o indemnización económica, esto le ha llevado al Gobierno del presidente Santos una inversión de 8 billones, cuatro para indemnizaciones económicas y cuatro billones para la implementación de las demás medidas, tenemos que seguir adelante, la ley nos obliga a hacerlo y el Gobierno entrante debe continuar', puntualizó.
Juana Ramírez, directora territorial de la Unidad de Víctimas en el Cesar, dijo que la gran mayoría de los afectados por el conflicto son por desplazamiento forzado
'Van 4 billones en indemnización que para un país como Colombia no es fácil. Estamos hablando de hacer reparación hasta el 2021. Hasta ahora los recursos que se han entregado son del Estado', puntualizó.
Para las víctimas esta ayuda, aunque no repara el daño sufrido por los grupos armados al margen de la ley, representan un alivio para poder seguir adelante. Así lo manifestó, Luis Silva, desplazado.
Luis Evangelista Morón, víctima de desplazamiento forzado en zona rural de Codazzi, señaló que 'este es un apoyo que va directamente a quienes hemos sufrido por la violencia'. Este campesino fue desplazado de la vereda San Pablo por grupos paramilitares.
