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En el marco del Plan Fronteras para la prosperidad de la Cancillería colombiana, será inaugurado en Valledupar el primer muro ‘vivo’ del Cesar, como un concepto que une a la cultura, el arte y el medio ambiente como purificadores del aire, a través de pinturas fotocatalíticas que tienen la capacidad de descontaminar, de la misma manera como si fuera un árbol adulto.

El proyecto en esta capital se une a otros dos pintados en Cúcuta y Pasto, que son los tres primeros muros purificadores de aire en Colombia, que además sirven para impulsar el desarrollo social de las poblaciones en las fronteras mediante la generación de oportunidades económicas y de inclusión social.

El mural de Valledupar fue intervenido por artistas locales que trabajaron en el concepto artístico, inspirándose en temáticas relacionadas con su región. Además contó con la participación de vecinos de la zona, que plasmaron en el muro testimonios propios con mensajes que promueven el cuidado del medioambiente y del entorno.

'Una de las misiones de la Cancillería es orientar, ejecutar y evaluar políticas de integración y desarrollo fronterizo; muros vivos es un proyecto perfecto que ha contribuido a una solución ambiental que involucra a la comunidad y mejora su calidad de vida', afirmó Víctor Bautista Olarte, director para el Desarrollo e Integración Fronteriza, 'trabajar de la mano con la Asociación Aire y Colombia Verde y Limpia ayudó a que esta campaña fuera un total éxito', dijo.

El ‘muro vivo’ o ‘bosque del futuro’, como lo denomina Mathieu Reumaux, gerente de la Asociación Aire y responsable de la ejecución del proyecto en Valledupar, está ubicado en el Colegio CASD Simón Bolívar y podrá ser disfrutado por la comunidad ya que la zona tiene un fuerte impacto en la movilidad de la ciudad por ser vías muy transitadas. La inauguración de este muro se llevará a cabo los próximos días y contará con la asistencia de funcionarios locales, personalidades y vecinos de la comunidad vallenata.

De esta manera, Valledupar se pone a la altura de ciudades como París, Londres, La Haya, Manila y Lima, que ya cuentan con muros ‘vivos’ en sus calles gracias a los cuales, además de embellecer el entorno, han logrado bajar hasta un 20% los niveles de contaminación de la zona intervenida.